Misiones, Saturday 21 de September de 2013

El operativo se realizó el jueves por orden del juez Roberto Saldaña y estuvo a cargo de personal de la Policía de Misiones. Tanto los internos como las autoridades penitenciarias habrían manifestado su enfado por la requisa

Una gresca que terminó con un apuñalado grave y una serie de denuncias por llamados extorsivos realizados desde adentro de la cárcel, derivó en un allanamiento a la Unidad Penal III de esta localidad que arrojó como resultado el hallazgo de una decena de teléfonos celulares y elementos cortantes en poder de los reclusos. 
El operativo se realizó el jueves por orden del juez de Instrucción Penal, Roberto Saldaña, y estuvo a cargo de personal de la Policía de Misiones. Según fuentes del Servicio Penitenciario Provincial (SPP), la causa podría derivar en el desplazamiento del alcaide mayor Daniel Ayala y la cúpula que lo acompaña en la dirección del penal.
Un día antes un interno del módulo “A”, de apellido Ortigoza, recibió cuatro puntazos y fue derivado al hospital local, donde se halla en riesgo su vida. 
“En los últimos meses la Justicia recepcionó varias denuncias de ciudadanos alertando sobre llamados extorsivos, tipo secuestros virtuales. Fue así que se inició una causa, se colectaron los datos, algunos números y se llegó a la conclusión de que varios llamados provenían de la cárcel de Eldorado. El miércoles hubo un apuñalado y eso apuró el procedimiento. La Justicia ordenó el allanamiento y el resultado fue muy positivo, al punto que se encontró una decena de teléfonos y otros elementos prohibidos para la población carcelaria”, detallaron fuentes del caso.
Los efectivos policiales trabajaron durante varias horas y los mayores resultados se vieron en el módulo “A”, donde además de celulares, decomisaron facas, psicofármacos y bebida alcohólica casera, conocida como “yakiko”.
Precisamente, el domingo pasado El Territorio publicó un informe dando cuenta de que las autoridades carcelarias limitaron las requisas a los internos con la intensión de “disfrazar” las estadísticas sobre hallazgos de elementos prohibidos.
El informe fue acompañado por una serie de fotografías tomadas durante las últimas semanas en diferentes penales de la provincia, donde se observa reclusos utilizando teléfonos celulares dentro mismo de los pabellones.
Se trata de una situación irregular que contradice los más básicos protocolos de seguridad carcelaria. 

La primera causa 
Esta nueva causa vuelve a poner a la cárcel de Eldorado en el centro de la escena. Ya en abril se desató un escándalo que derivó en el desplazamiento y el pase a disponibilidad de la cúpula anterior. 
La primera causa está caratulada como “abuso de autoridad, violación e incumplimiento de los deberes de funcionario público y peculado”.
La denuncia radicada por un oficial del SPP incluye venta de drogas, celulares y armas dentro del penal; robo y reventa de alimentos destinados a los internos, salidas sin autorización y cobro de traslados, y hasta el ingreso de prostitutas para tener sexo con detenidos, previo pago a las autoridades carcelarias.
Luego, a instancias judiciales, lograron secuestrar armas blancas, teléfonos celulares, psicofármacos y hasta una planta de marihuana en poder de los reclusos.
Desde abril a la fecha ya declararon alrededor de 40 testigos, entre internos e integrantes del SPP, ante el Juzgado de Instrucción Penal II de Eldorado, a cargo por subrogación del juez Juan Pablo Fernández Rissi.
A partir de nuevos testimonios comenzó a ampliarse la supuesta red delictiva que manejaba el presidio eldoradense
Si bien en principio las autoridades denunciadas fueron trasladadas a diversos destinos, como al Instituto de Formación y Capacitación Penitenciaria, al dictarse el procesamiento fueron puestos en disponibilidad. 
En la misma causa testificaron varios penitenciarios que también sufren presiones, amenazas y hasta agresiones físicas.