Misiones, Sunday 5 de February de 2012

Eldorado.-El ex titular de la casa donde recibían a menores sin contención familiar, volverá al banquillo por los abusos y tormentos a los que habría sometido a tres hermanos de 6, 4 y 1 años

ELDORADO. Omar Raúl Mudry, el ex titular del Hogar de Niños Tabita de Montecarlo y sobre quien ya pesa una condena de 30 años de prisión por los aberrantes abusos sexuales del que fueron víctimas niños que tenía a su resguardo, volverá al banquillo de los acusados para defenderse de otros tres episodios similares a los que ya fue sentenciado.
Roberto Horacio Saldaña, juez de Instrucción Penal 1 de Eldorado, determinó que Mudry sea nuevamente juzgado por los hechos que fue procesado el año pasado.
En esta oportunidad las víctimas fueron tres hermanos que narraron ante la Justicia su calvario cuando su madre, por no tener una casa, los dejó en el Hogar Tabita.
Este caso comenzó luego de que se conocieran en 2008 los primeros abusos, cuando todos los que pasaron por el Hogar fueron llamados a dar testimonio y a recibir asistencia psicológica. La denunciante fue la madre de los chicos, quien dijo que estaba sin vivienda y decidió alojarlos a sus hijos de 6, 4 y 1 año en el Hogar Tabita.
Allí los dejó un año y seis meses y cuando los retiró ellos le contaron que Mudry los maltrataba y que además, mientras tenía relación con otra menor, obligaba a los de 6 y 4 a que presenciaran el acto. También los obligaba a sacarse la ropa y a que tocaran sus partes íntimas. Si se negaban, los castigaba dándoles de comer alimentos podridos.  Además, a los dos varones de 6 y 1 año les ataba el pene con hilo de nylon para que no se orinen en la cama, por lo que amanecían con inflamaciones y dolores en los genitales.
Las acusaciones surgieron de las entrevistas realizadas por la psicóloga a los menores. Mudry fue procesado con prisión preventiva por “promoción a la corrupción de menores agravado por la edad, por la calidad del autor y por los medios utilizados”.

 

Dura condena
En abril de 2011, y después de más de un mes de haber iniciado el debate oral, el Tribunal Penal de Eldorado condenó a 30 años de prisión a Mudry, acusado de “abuso sexual con acceso carnal y corrupción de menores”.
Durante las jornadas de debate, que se iniciaron en marzo, se presentaron varios testigos, entre ellos las víctimas, que fueron contundentes en sus declaraciones.
El juicio además tuvo varios días de retraso ya que se esperaba la presencia de una adolescente de 14 años, quien reside en la provincia de Buenos Aires junto a su abuela y debía presentarse, pero no fue localizada por lo que se suspendió el debate y se solicitó la colaboración de la Justicia de esa ciudad y de la fuerza policial para que la joven fuera trasladada a la provincia.
Después de varios días, la joven fue localizada y traída hasta la sala del tribunal, donde por primera vez durante un debate oral se la interrogó a través de cámara Gesell.
Otro de los testimonios clave fue el de una licenciada en Trabajo Social, la primera en conocer los hechos de abusos a través de una de las víctimas.
La profesional indicó que, una vez que estuvo al tanto de los hechos, se contactó con las autoridades y la investigación comenzó a tomar forma.
Después de plantear sus fundamentos, la fiscalía solicitó la pena de 40 años de prisión para el imputado, mientras que la defensa pidió la absolución alegando que se trató de una maniobra ejecutada por gente que aspiraba cargos en la Municipalidad de Montecarlo.
Finalmente los integrantes del Tribunal Penal decidieron condenar a Mudry a 30 años de prisión con accesorias legales y costas por los delitos de “promoción a la corrupción de menores agravada por la calidad de guardador reiterado (dos hechos), abuso sexual con acceso carnal agravado por su calidad de guardador reiterado (cuatro hechos) y abuso sexual simple agravado por su calidad de guardador todo en concurso real”.

 

 

Las primeras denuncias: 2008

La historia salió a luz en el 2008 cuando una trabajadora social de Montecarlo comenzó a hacer un relevamiento del hogar de niños Tabita, ubicado sobre la ruta nacional 12, cerca de la rotonda de acceso de Montecarlo, donde vivían más de 50 menores en distintas situaciones familiares, muchos de ellos derivados por la Justicia de una manera informal y otros tantos entregados por sus familiares por violencia familiar.
Cuando la profesional inició su trabajo, varios de los niños ya habían sido restituidos a sus familias y sólo quedaban cinco en la casa.
Ante esta situación, la trabajadora social comenzó a visitar a los ex habitantes del hogar en las casa de sus familiares.
En una de las visitas, una de las adolescentes de 13 años le contó que había sido sometida sexualmente durante su estadía en Tabita y según sus manifestaciones, había más casos de abusos de distinta índole.
La trabajadora social y otros especialistas del municipio, le explicaron la gravedad del hecho y le dijeron lo importante de hacer la denuncia para evitar que el resto de las niñas que estaba en el hogar pasara por esa situación. La adolescente aceptó y junto a los profesionales radicaron la denuncia que dio inicio a la investigación judicial.