Nacional, Saturday 12 de July de 2025

El hecho salió a la luz el sábado pasado, cuando albañiles que realizaban refacciones descubrieron la estructura oculta en el inmueble ubicado sobre calle Buenos Aires al 300.

Un macabro hallazgo conmociona a la ciudad de Córdoba: el cuerpo de una persona en avanzado estado de descomposición fue encontrado oculto en un placard sellado con cemento en un departamento del centro capitalino. El hecho salió a la luz el sábado pasado, cuando albañiles que realizaban refacciones descubrieron la estructura oculta en el inmueble ubicado sobre calle Buenos Aires al 300.

El protagonista de esta escalofriante historia es Horacio Antonio Grasso, un expolicía de 55 años que actualmente cumple condena por el asesinato de un niño en 2007 y que hasta hace poco se encontraba bajo arresto domiciliario en esa misma vivienda. Grasso había sido trasladado días atrás a la cárcel de Bouwer por violar las condiciones de su detención con tobillera electrónica, y no estaba presente al momento del hallazgo.

Según fuentes judiciales, el cuerpo presuntamente de una mujer estaba envuelto en mantas, atado con cables y en posición sentada dentro del espacio cerrado con cemento. Se estima que llevaba al menos dos años oculto en ese lugar. La investigación quedó a cargo de la fiscal Florencia Espósito, quien trabaja en la identificación de la víctima y en esclarecer las circunstancias de su muerte.

Vecinos del edificio aportaron testimonios inquietantes sobre el comportamiento de Grasso: mencionaron que solía andar descalzo, convivía con dos perros en condiciones de abandono y mostraba signos de descuido e higiene deficiente. También era común verlo con la puerta de su departamento entreabierta, lo que ahora cobra otra dimensión tras el horror revelado.

Horacio Grasso fue condenado a 27 años de prisión por el crimen de Facundo Novillo Cancinos, un niño de seis años que recibió un disparo en la cabeza durante un enfrentamiento entre bandas narco en Salta. En ese momento, Grasso ya había sido separado de la Policía por su participación en un robo. Años después, accedió a prisión domiciliaria por problemas de salud, aunque volvió brevemente a prisión tras agredir a su madre.

Por el momento, Grasso no fue imputado en esta nueva causa, pero los indicios lo ubican como principal sospechoso. El caso ha causado un fuerte impacto social y mediático, reabriendo el debate sobre los beneficios concedidos a condenados peligrosos. La investigación sigue en curso.