La trágica muerte de Thiago Correa, un niño de 7 años que fue baleado en medio de un tiroteo durante un intento de robo en La Matanza el pasado 4 de junio, generó una fuerte ola de indignación y reavivó el debate la capacitación de las fuerzas policiales.
La trágica muerte de Thiago Correa, un niño de 7 años que fue baleado en medio de un tiroteo durante un intento de robo en La Matanza el pasado 4 de junio, generó una fuerte ola de indignación y reavivó el debate sobre la inseguridad en el conurbano bonaerense y la capacitación de las fuerzas policiales.
El hecho ocurrió cuando Thiago esperaba el colectivo junto a su padre. Cuatro delincuentes armados intentaron asaltar a Facundo Daniel Aguilar Fajardo, un joven oficial de la Policía Federal Argentina, de 21 años, que se encontraba fuera de servicio y vestido de civil. Aguilar se identificó como policía y respondió con su arma reglamentaria, efectuando once disparos: abatió a uno de los ladrones, hirió a dos y dejó a un cuarto prófugo. Trágicamente, una de las balas alcanzó a Thiago en la cabeza. Tras casi dos días de agonía en el Hospital de Niños de San Justo, el pequeño falleció.
El caso generó conmoción y fuertes críticas por parte de vecinos y referentes sociales. Gabriel Lombardo, titular de la organización Vecinos en Alerta, expresó su indignación en una entrevista con Cadena 3, apuntando tanto a la responsabilidad del Estado como a la falta de formación policial. “Hay un negocio tremendo con la inseguridad, y nos están matando constantemente a las víctimas inocentes”, denunció.
Lombardo, quien afirma haber sido víctima de más de 40 robos, cuestionó el accionar del agente: “¿Por qué 11 disparos? No entiendo por qué no se instruye mejor a la policía. Hubo un exceso en la legítima defensa”. Y agregó: “Los chicos nuevos no están preparados. Están mandando audios por el teléfono o con la calefacción prendida en el patrullero. No los instruyen adecuadamente”.
El referente vecinal también destacó la magnitud del problema en La Matanza, uno de los partidos más densamente poblados del país. Según cifras de la Procuración General, se registran 245 delitos por día, uno cada seis minutos. “Tener un celular en la mano es un pasaporte a la muerte”, afirmó Lombardo, quien además criticó el uso de fondos públicos en eventos y obras no prioritarias, en lugar de destinarlos a mejorar la seguridad.
En la entrevista, también cuestionó la narrativa oficial de la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, quien respaldó al agente policial, atribuyendo la responsabilidad del hecho exclusivamente a los delincuentes. “No digo que estuvo mal defenderse, pero estuvo pésimo no instruir al policía para que no dispare 11 veces. La ministra también es responsable”, sostuvo.
Lombardo denunció además que un alto porcentaje de los agentes de la Policía Bonaerense está fuera de servicio por carpeta médica, muchos con problemas psiquiátricos o de sobrepeso, y que muchos patrulleros que se anuncian como nuevos en realidad son modelos antiguos. “Nos mienten en la cara. La seguridad no tiene color político”, afirmó.
La familia de Thiago despidió al niño este lunes, en medio del dolor y el pedido de justicia. Su caso se suma a una larga lista de víctimas inocentes atrapadas en la violencia urbana del conurbano. La sociedad exige respuestas concretas ante una crisis de seguridad que, según vecinos y especialistas, ya se ha vuelto estructural.
“En el conurbano se vive con otras leyes, otros parámetros. Es una locura”, concluyó Lombardo. La muerte de Thiago Correa se convierte así en un nuevo símbolo de una problemática que parece no tener fin.
Fuente: C3