Este movimiento la aleja aún más del actor, con el que las relaciones son tensas
La brecha entre Brad Pitt y la familia que formó con Angelina Jolie se agranda. Ocho años después de su separación, la batalla legal continúa abierta y no deja de sumar nuevos capítulos que invitan a pensar que el fin está aún muy lejos. A la vez que el proceso se tensa cada vez más, la relación del actor con sus seis hijos se enfría tal y como refleja el último movimiento de Shiloh: quitarse oficialmente su apellido paterno.
A partir de ahora, la cuarta hija de los protagonistas de Sr. y Sra. Smith se llama legalmente Shiloh Nouvel Jolie, dejando atrás el apellido de su padre, Pitt. La justicia le ha concedido la petición que inició el 27 de mayo, coincidiendo con su 18 cumpleaños. La resolución estaba prevista para julio, pero el trámite se ha alargado hasta esta misma semana. Según People, el tribunal retrasó su audiencia por un error administrativo, concretamente por una verificación de antecedentes incompleta, requisito necesario para este tipo de resoluciones
Shiloh emprendió este cambio de forma independiente, contratando su propio abogado y costeando ella misma los gastos. Para Brad Pitt ha sido un duro mazazo saber que su hija quiere deshacerse de su apellido. "Está al tanto y disgustado de que Shiloh haya eliminado su apellido. Nunca ha sentido tanta alegría como cuando ella nació. Siempre quiso tener una hija”, aseguraba una persona cercana al ganador de dos Oscar, añadiendo que no es fácil asimilar estos gestos porque adora a sus hijos y los echa de menos.
Antes que Shiloh, tres de sus hermanos ya decidieron prescindir del apellido de su padre, protagonista de títulos como El club de la lucha: Maddox fue el primero en desmarcarse, seguido de Zahara y Vivienne, aunque ellos no han hecho un trámite legal. Los que por el momento mantienen el Pitt son Pax y Knox.
Shiloh es conocida internacionalmente desde que nació en Swakopmund (Namibia), y es que Angeline Jolie es embajadora de buena voluntad de Naciones Unidas y quiso que su primera hija biológica llegara al mundo en África para tener un lazo más con este continente, del que la joven tiene también la ciudadanía. Con solo dos meses ya tenía su propia figura de cera en el Madame Tussauds de Nueva York.
A los dos años debutó ante las cámaras en El curioso caso de Benjamin Button, película protagonizada por su padre que ganó tres premios Oscar y que ha marcado la carrera de Brad Pitt. Su segunda incursión cinematográfica, tras rechazar la oportunidad de participar en Maléfica, llegó cuando tenía diez años y dobló al personaje de Shuai Shuai en la tercera entrega de Kung Fu Panda.
Una de las grandes pasiones de Shi, como la llaman en su entorno, es bailar. Recibe clases en Movement Lifestyle Studio, una escuela de California en la que ensaya con el coreógrafo Lil Kelaan Carter, quien la define como "una bailarina excepcionalmente talentosa, que demuestra dedicación y trabajo duro y una persona sincera y directa que nunca utiliza su estatus de celebridad, no depende de su nombre para lograr sus objetivos".
Fuente: Hola