Un estudio publicado por Variety muestra lo que está sucediendo con los nuevos espectadores del audiovisual. El estudio, realizado por Precise TV con la colaboración de Giraffe Insights se llama Precise Advertiser Report-Kids (PARK), y analiza los hábitos de consumo de video de los niños estadounidenses de 2 a 12 años. Sorpresa: muestra que los niños están recurriendo mayoritariamente al video social y al contenido generado por usuarios para su entretenimiento, lo que debilita aún más el dominio del streaming tradicional dentro de esa demografía.

Sobre todo, consumen YouTube, que pasó de una preferencia del 72% en 2023 a una del 81% en lo que va de 2024. Le siguen las plataforma de video on demand (62% contra 58% en 2023) y los juegos para celulares (55% para el año actual, 51% en 2023). Pero a medida que la generación Alpha crece, la brecha entre SVOD y YouTube se amplía: la diferencia entre las dos categorías aumentó del 14% al 19% en solo un año.

Este crecimiento no es una sorpresa si tenemos en cuenta que YouTube es más grande que nunca en términos de usuarios y, según los resultados del nuevo Media Distributor Gauge de la consultora internacional Nielsen, actualmente atrae un mayor uso de la televisión que la mayoría de las compañías de producción tradicionales. El SVOD sigue siendo popular entre todas las generaciones, pero años de aumentos de precios, cambios en el contenido y actualizaciones constantes pueden estar impidiendo su ritmo de expansión.

TikTok también está captando cada vez más la atención de este sector demográfico, a pesar de que técnicamente la mayoría de ellos no tienen la edad suficiente para ingresar a redes sociales. El consumo de TikTok entre ellos creció sustancialmente en 2024 (44%), incluso superando a la televisión lineal (39%), lo que es un indicativo de lo que puede pasar con esa tecnología. Pero en cuanto a los tiempos de visualización diarios promedio, la plataforma está a la par de YouTube Shorts (que justamente nació para aprovechar el apego de esos usuarios por TikTok) lo que es muestra una creciente rivalidad entre los dos sitios.

Quizás esto vaya cambiando porque los hábitos de los chicos son absolutamente mutables, pero es difícil ver cómo revertiría la tendencia hacia los medios tradicionales, toda vez que ya no los consumen ni regularmente ni, en muchos casos, de modo excepcional. Lo más probable es que, a medida que una generación desplace a la otra, sus preferencias en cuanto a uso y acceso al audiovisual se vuelvan cada vez más firmes. El paisaje entonces tendrá que sincerarse, y es probable que la primera en caer sea la vieja y querida televisión lineal, algo que ya está pasando.