Nacional, Saturday 2 de December de 2023

Los equinos son seres sintientes, capaces de sentir emociones y experimentar dolor. Sin embargo, aún se habla de tracción a sangre y faena equina

Los caballos son animales sensibles y sociables que requieren de cuidados especiales para su bienestar. Sin embargo, en Argentina, miles de equinos son sometidos a maltrato y explotación, a menudo a la vista de todos.

Según datos del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca, en 2022 se faenaron en el país 105.000 equinos, lo que representa unas 24.000 toneladas de carne. De este total, se estima que un porcentaje importante corresponde a animales de tracción (TAS) que son sacrificados por su avanzada edad o enfermedad, tras haber sido sometidos a trabajos forzados en condiciones deplorables.

El maltrato de equinos también se da en otros ámbitos, como la doma, las carreras de caballos y la jineteada. En estas prácticas, los animales son sometidos a exigencias y distintas formas de violencia que pueden causarles lesiones graves e incluso la muerte.

Suele creerse que los caballos son animales fuertes y resistentes. Sin embargo, se trata de una especie sumamente delicada y que si son sometidos a trabajos forzados pueden desarrollar problemas de salud, como desnutrición, lesiones musculares y óseas, y enfermedades respiratorias. Además, pueden sufrir estrés, ansiedad y depresión.

La ciencia ha demostrado que los caballos son seres sintientes, capaces de sentir emociones y experimentar dolor. Tienen un sistema nervioso complejo que les permite experimentar una amplia gama de sensaciones, incluyendo alegría, tristeza, miedo y dolor.

Rescate de caballos

Frente a esta realidad, existen organizaciones no gubernamentales (ONG) que trabajan para rescatar a los caballos maltratados y darles una nueva oportunidad de vida. Estas ONG se encargan de rescatar a los animales, brindarles atención veterinaria y rehabilitarlos.

Una de estas ONG es Caballos de Quilmes. Esta organización fue fundada en 2011 por Karina Dotto, una quilmeña que apenas siendo una niña empezó a cuestionarse cómo podía ser que haya caballos atados a carros cargando desde muebles hasta automóviles, como le ha tocado ver.

Caballos de Quilmes por mes recibe entre 7 y 8 caballas y lleva rescatados a más de 800 desde su fundación. La organización cuenta con un campo en la ciudad de Berazategui donde los caballos reciben atención veterinaria, alimentación adecuada y cuidados especiales.

"Por suerte hemos podido armar un quirófano porque la mayoría de los caballos necesitan cirugías. Muchos son de barrios populares donde no hay espacio verde para comer pasto y terminan comiendo la basura que se acumula en las esquinas desde bolsas nylon, plásticos hasta chapitas; lo que se te ocurra. Llegan con cólicos obstructivos por no poder bostear y una obstrucción en el intestino y el colón; mueren literalmente reventados. Llegan a nosotros con esa con esa patología, con esas con esa dolencias que creo que es el peor dolor que he visto en un caballo", describe Dotto quien cuenta con un equipo de veterinarios y voluntarios.

Cuando era chica Jésica Paolantonio tuvo un caballo. Se llamaba Platero, pero se lo robaron y nunca más supo de él; pero en el fondo sabe que su destino fue la faena. De más grande miró a los ojos a un caballo de un carrero y descubrió por primera vez la tristeza y dolor de un equino  a través de su mirada. "Ese día me prometí hacer todo lo necesario para rescatar a los caballos. Mi primer rescate fue India, una yegua de La Matanza que usaron para robar bocas de tormenta. Desde entonces nunca más dejé de pelear por la liberación de los caballos", dice emocionada Paolantonio quien desde entonces lleva rescatados 300 caballos, incluido Sprit, el potrillo de India que había llegado embarazada.

Los gastos de los primeros caballos que pensionó, cuenta Paolantonio, los afrontó ella misma, pero cuando entendió que su tarea implicaba mucho más que alfalfa, se conformó como Cinco Corazones y con la ayuda tanto de veterinarios, voluntarios y la sociedad con sus donaciones, pudo alquilar un campo en San Miguel del Monte.

Los rescates pueden darse en la vía pública con las fuerzas policiales o en los domicilios particulares con una orden de allanamiento. Cuando el animal es rescatado, se lo lleva a la comisaría y la fiscalía decide si es devuelto a sus tenedores o si se los da a una ONG como depositarios judiciales. Al cierre de esta edición Dotto tenía 57 caballos a su cuidado y Paolantonio 51.

Una vez que el equino está recuperado, las ONG, con la autorización de la fiscalía, los da en adopción. Los requisitos para la adopción, coinciden desde las dos ONG consultadas por iProfesional, son muy estrictos. Entre una y otra pueden variar, pero en términos generales, todas evalúan el espacio que tendrá el caballo para moverse (no menos de 1 hectárea y media) y el poder adquisitivo de la familia adoptante ya que de mínima el mantenimiento mensual de un caballo ronda los $150.000. Una operación por cólicos, agrega Dotto, cuesta alrededor de $1.500.000.

"Nosotros siempre los damos con el que están amadrinados, porque ellos consiguen su pareja y no los separamos. Salvo, claro que no hayan hecho amistad con nadie, pero la mayoría logran amadrinarse, incluso de a tres", aclara Paolantonio de Cinco Corazones.

 

¿Qué dice la ley sobre el maltrato de caballos?

Ley 14.346 de Protección Animal establece penas más severas para los delitos de maltrato y crueldad animal, incluyendo el maltrato de equinos.

En particular, la ley establece que el maltrato de equinos se considerará un delito de acción pública, lo que significa que no se requiere de una denuncia previa para que la fiscalía inicie una investigación. Además, la pena por este delito se eleva de 15 días a 2 años de prisión.

 

Para la ley maltrato es:

Golpear, patear o maltratar físicamente a un caballo con un objeto.

Dejar a un caballo atado durante un período prolongado de tiempo, sin acceso a agua o alimento.

Mantener a un caballo en un lugar insalubre o que no le proporcione el espacio adecuado.

Obligar a un caballo a trabajar en condiciones que puedan causarle daño, como cargar mucho peso o trabajar en terrenos irregulares.

Utilizar a un caballo en prácticas crueles, como las carreras de caballos o la jineteada, en las que los animales pueden sufrir lesiones graves o incluso la muerte.

Esta modificación legislativa es un paso importante para la protección de los equinos en Argentina. Sin embargo, aunque se trata de una ley nacional, para su aplicación efectiva, es necesario que los municipios adopten ordenanzas que regulen su cumplimiento.

Por lo tanto, la falta de ordenanzas municipales puede dificultar la aplicación de la ley. Por ello, las organizaciones Argentina Sin TAS y Buenos Aires sin TAS tienen ordenanzas modelos que presentan a las provincias y los 135 municipios de la provincia de Buenos Aires para que sus consejos deliberantes las adapten y voten.

 

¿Qué puede hacer la población para ayudar?

Toda la población puede contribuir a erradicar el maltrato de equinos. A continuación, algunas cosas que podemos hacer:

• Informarnos sobre el tema. La primera medida es conocer la realidad del maltrato de equinos en Argentina.

• Denunciar el maltrato. Si vemos un caballo maltratado, debemos denunciarlo llamando al 911 o la Fiscalía de turno de la zona donde se encuentre el caballo.

• Apoyar a las ONG que trabajan en la protección de equinos. Podemos colaborar con estas organizaciones donando dinero, alimentos o tiempo.

• Firmando en Change.org por la prohibición de la Tracción animal (TAS) en la Provincia de Buenos Aires

Con pequeñas acciones, todos podemos ayudar a crear un mundo mejor para los caballos.

Fuente: IP