Todos recuerdan un hecho histórico acaecido hacia fines de la Segunda Guerra Mundial, cuando el acorazado alemán Graf Spee fue acorralado por tres cruceros ingleses, que finalmente lo hundieron. Muchos de sus tripulantes fueron internados en nuestro país y algunos se radicaron en una bellísima localidad cordobesa, luego de estar confinados en el hotel Edén.
Hace algunos años, de las profundidades de aguas uruguayas, se extrajo el águila y la cruz esvástica en bronce, que servía de insignia a la poderosa nave germana e identificaba a las fuerzas nazis. Probablemente por repudio a tan nefasta ideología, el presidente del país vecino, Luis Lacalle Pou, propuso fundir el metal y crear con el mismo material una paloma de la paz, como contracara del símbolo bélico rescatado de las aguas.
Todos recuerdan un hecho histórico acaecido hacia fines de la Segunda Guerra Mundial, cuando el acorazado alemán Graf Spee fue acorralado por tres cruceros ingleses, que finalmente lo hundieron. Muchos de sus tripulantes fueron internados en nuestro país y algunos se radicaron en una bellísima localidad cordobesa, luego de estar confinados en el hotel Edén.
Hace algunos años, de las profundidades de aguas uruguayas, se extrajo el águila y la cruz esvástica en bronce, que servía de insignia a la poderosa nave germana e identificaba a las fuerzas nazis. Probablemente por repudio a tan nefasta ideología, el presidente del país vecino, Luis Lacalle Pou, propuso fundir el metal y crear con el mismo material una paloma de la paz, como contracara del símbolo bélico rescatado de las aguas.