Misiones, Sunday 12 de July de 2020

El contrabando no se frenó en pandemia y sólo en la costa del Paraná en Posadas y Candelaria son tres los pasos para el cruce de mercadería desde Paraguay. Cada caja de cigarrillos con 500 atados se ofrece a 60 mil pesos

Aunque moleste aceptarlo, la pandemia mundial de coronavirus motivó el ingenio en muchos aspectos y aceitó alternativas para que el contrabando de mercaderías entre Paraguay y Argentina no se frene.

Con el puente San Roque González de Santa Cruz y puertos fronterizos cerrados, las organizaciones “cigarrilleras” decidieron adquirir todos los insumos y voluntades necesarias para que la demanda de los misioneros por fumar no cese.

La modalidad comprendió la adquisición por “derecha o izquierda” de motos de agua de 120 y 240 caballos de potencia y aprovechar los sesenta minutos de brecha sin controles estrictos de la Marina paraguaya sobre su jurisdicción. “Entre las 18 y 19 (19 y 20 hora argentina) hay cambios de guardia en la zona de Itapúa y los contrabandistas montaron tres puntos o pasos en Pacu Cuá, en Ita Cuá y en Campichuelo. Durante una hora pueden las motos cruzar a toda velocidad con seis cajas, 500 gruesas de cigarrillos hacia Posadas o la costa de Candelaria en Misiones”.

La voz corresponde a una fuente calificada y que, desde el 20 de mayo último, alerta a quienes la consultan de que los famosos cigarrillos “Eight o Rodeo” cruzan “como flechas en moto sky” a suelo argentino.

La fecha señalada refiere también a que fue el día en que la Marina descubrió una de estas embarcaciones lista para cruzar desde Ita Cuá a la costa de Villa Lanús en Posadas, cargada con 365 cartones de cigarrillos, pero también aguardaban los contrabandistas el segundo viaje, en el que iban a “despachar” una docena de botellas de saborizantes para cigarrillos electrónicos o “vapers”.

Cada viaje dura diez minutos, ida y vuelta. Es el lapso más largo y que corresponde, de las rutas señaladas, el del viejo puerto de Pacu Cuá hasta Posadas.

Fueron coincidentes las voces consultadas en que las motos, también llamadas “jet ski” no vuelven vacías y que los productos argentinos que los encarnacenos solicitan y no pueden adquirir por las fronteras cerradas por la crisis sanitaria ante el COVID-19, siguen siendo cajas de los mejores vinos finos cuyanos. Pero tampoco sólo atienden al mercado selecto del beber, también retornan a Encarnación con botellones de cinco litros de aceite comestible.

Los cruces pocos días después del 20 de marzo, en que las fronteras argentinas fueron cerradas, se iniciaron con jet ski de 120 HP, pero el rendimiento fue mayor con las potentes motos sky de 240 caballos. El “éxito” fue tal, que el stock de estas embarcaciones en Paraguay se habría agotado en pocas horas y hasta las suntuosas motos de adinerados empresarios del vecino país fueron vendidas porque no resistían las ofertas de los paseros.

De acuerdo a lo averiguado por este Diario, sólo en Encarnación se montaron cuatro depósitos para acopiar cigarrillos fabricados en Paraguay y desde donde se provee a los contrabandistas para cargar las motos.

Cada caja que contiene 500 gruesas (con diez atados o cajetillas cada una) se vende en estos puntos a 140 o 150 dólares, pero para los revendedores argentinos el precio que pagan por retirarlas de las orillas misioneras es de 60 mil pesos. “Es un negocio que deja el ciento por ciento de ganancia a los paseros”.

En cuanto a complicidades de fuerzas de seguridad paraguayas, negar su existencia sería una afirmación de poco sustento. “En esa hora por día el control es mucho menor o inexistente, es innegable. Ahora, ¿por qué se mantiene esta falla? es tan difícil de saberlo como calcular la cantidad de millones de dólares, guaraníes y pesos de la actividad”.

Un “negocio” sin freno a la vista

Verdad de perogrullo, el dinero corrompe voluntades y la pandemia sirvió de combustible para el ingenio de los contrabandistas de cigarrillos. La logística de horarios y puntos de control que poseen estas bandas sorprenden.

Una de las fuentes contactadas por PRIMERA EDICIÓN afirmó: “Saben todo y los billetes y la necesidad de la gente les juega a favor. Cada cruce de una moto sky significa que volverá con cajas de la mejor cepa de Ruttini (vino fino argentino) o botellones de aceite comestible. Vacías no vuelven, es logística de precisión y rendimiento y no excluye regresar con personas, es un riesgo mayor, pero no son pocos los viajes de migración clandestina”.

“El mes pasado uno de los pilotos de estas motos regresó a nado a la orilla paraguaya, se averió el motor y la dejó nomás al garete”, contó como ejemplo la misma fuente.

“Cada viaje les deja una ganancia de poco más del doble a los contrabandistas, cada caja de cigarrillos cuesta 150 dólares en los depósitos de Encarnación y las venden para cruzar a Misiones a 60 mil pesos. Contra los millones en billetes es muy difícil luchar