Misiones, Wednesday 6 de November de 2019

Se desarrolló en Puerto Iguazú una serie de reuniones con el fin de destrabar el conflicto entre vecinos del barrio

Las Orquídeas junto a habitantes de la comunidad aborigen Fortín Mbororé y un particular que dijo haber comprado tierras públicas en el lugar. La proyectada obra turística quedaría descartada, aunque la propiedad del terreno sigue en cuestión.
El pasado 28 de octubre pobladores del barrio y la aldea dieron a conocer que al intentar acceder al arroyo Mbocay, a la zona conocida como Camping Municipal Chapeu, un hombre se presentó como cuidador del terreno y les notificó que es una propiedad privada y que ahora allí se construiría un balneario privado y cabañas. 
Esta situación provocó gran malestar porque dichas tierras -unas 5 hectáreas- están comprendidas dentro de Fortín Mbororé -cuyo cacique es Silvino Moreyra-, según indica la ordenanza municipal 38/99.
Según la reconstrucción de El Territorio, Moreyra le prestó alrededor de media hectárea de tierra a Raúl Gómez Almeida, quien no tenía dónde vivir. La idea era que estuviese en ese lugar por un tiempo hasta que lograra conseguir casa propia, pero permaneció en el lugar por más de 15 años y se apropió de un porción que luego habría vendido a un comprador de buena fe,  a quien entregó un boleto de compra-venta.
Ante ello, desde la semana pasada las autoridades municipales realizan gestiones ante los organismos competentes para frenar la ocupación del terreno que pertenece en parte al municipio y en parte a la aldea mbya.
El director de Tierras, Diego Pimentel, está trabajando en el tema en base a la ordenanza 22/04 que indica que no pueden existir construcciones cercanas al Mbocay.
Además, durante la semana pasada se realizaron dos asambleas. En la primera se presentaron José  Raul ‘Chapeu’ Gómez, quien comercializó la tierra, y el supuesto propietario, Nereo de Sa. Este último afirmo: “Confié en este señor, ahora iré a la Municipalidad a ver cuáles son los límites del barrio y me voy a acercar a tener una reunión con el cacique para resolver la situación, pero si se complica voy a deshacer el negocio”.
Al oír esto, Gómez tomó la palabra y manifestó que vive en el lugar desde hace 30 años y que el terreno es de él. Ante estas afirmaciones, el director de Asuntos Barriales, Ariel Núñez, indicó que desde el municipio van a defender las tierras de la aldea y del parque municipal.
A la segunda reunión concurrieron representantes del comprador de buena fe, quienes explicaron el proyecto de cabañas y complejo recreativo que tenían previsto edificar en el lugar y solicitaron que se les permita hacer uso de la tierra. 
Ante la explicación, el segundo cacique de la aldea, Claudio Dos Santos, ratificó que el terreno no está a la venta y que es propiedad de la comunidad. “Es muy importante recuperar nuestra tierra. Tenemos los papeles que este terreno es nuestro, vamos a defender nuestra tierra”, señaló.
Por su parte, Nilda Costa, directora de Asuntos Guaraníes, leyó la documentación que acredita la propiedad de las tierras a la aldea. “Lo que hice fue aclarar que la tierra de la aldea no se puede mensurar o dividir por lotes, por tal motivo no se puede vender una parcela de la tierra”.
Ante la presentación de la documentación, el comprador de buena fe dio marcha atrás con la compra del terreno, pero devolvió las tierras a Gómez, cosa que no fue bien vista por los guaraníes, quienes dijeron que no van a permitir que vuelva a ocupar esas tierras.