Misiones, Saturday 18 de May de 2019

 En el contexto de obligatoriedad y de garantía de derechos se inscribe una modalidad poco conocida, pero que gana espacio dentro del sistema educativo, las Escuelas en Contexto de Encierro (ECE).

Por ley 26.206, en Argentina la educación es obligatoria hasta el nivel secundario inclusive. En ese contexto de obligatoriedad y de garantía de derechos se inscribe una modalidad poco conocida, pero que gana espacio dentro del sistema educativo, las Escuelas en Contexto de Encierro (ECE).
En Misiones, por ejemplo, en los últimos cinco años casi se duplicó el número de centros educativos dentro de las cárceles para que quienes están cumpliendo condena o aún son procesados puedan acceder a los distintos niveles educativos. 
Si bien hasta ahora el nivel primario es el que tiene más presencia, la enseñanza secundaria va tomando importancia. Así, se pasó de siete escuelas en 2014 a once en la actualidad.
“Lo que se hace es garantizar la educación de estas personas que están privadas de su libertad, porque están privadas de transitar, pero no del derecho de recibir educación”, sostuvo Viviana Escurdia, a cargo de las ECE de la provincia.
La modalidad tiene la particularidad de funcionar como una institución dentro de otra. “Es una escuela que tiene un director y docentes al igual que la Unidad Penal que tiene directores y jefes”, aclaró Escurdia.
En la actualidad hay once directores y, entre maestros de grados y profesores, aproximadamente 58 docentes que educan a los internos en las cárceles misioneras para que puedan cumplimentar con la obligatoriedad de la formación.
Las escuelas primarias se distribuyen en Eldorado, Oberá, Loreto, Candelaria, Cerro Azul y Posadas. 
Y las secundarias en la Capital del Trabajo, donde está el BOP 120, y la Unidad Penal de Menores de Posadas con el BOP 121. 
“Son escuelas presenciales y obviamente la modalidad en privación de la libertad atraviesa varios niveles y modalidades, en este último caso la modalidad es de Educación Para Jóvenes y Adultos (EPJA)”, resaltó la funcionaria.
En Misiones, según el último informe disponible del Sistema Nacional de Estadística sobre Ejecución de la Pena (Sneep), hay más de 1.300 internos en cárceles que dependen de la Justicia provincial, con una superpoblación general cercana al 17,7 por ciento.
En ese marco, Escurdia destacó: “Tenemos siendo escolarizada a un poco más del 80 por ciento de la población penal total que está en la escuela primaria, secundaria o en algún tipo de taller de formación. También están los que estudian por su parte, o a distancia o un terciario o universitario”. Así, son alrededor de 1.040 los convictos que están siendo escolarizados.
De ese total hay un 15 por ciento que están dentro del ciclo Alfa (para analfabetos), que tienen contacto por primera vez con el proceso de enseñanza-aprendizaje.
Por su parte, la ministra de Educación, Ivonne Aquino, reflejó que “hay un interés cada vez mayor por parte de docentes y estudiantes de profesorados por conocer y comprender las características propias de las ECE y esto a nosotros nos impulsa a redoblar el esfuerzo para seguir apostando a esta modalidad en particular y acompañando desde la capacitación a los equipos directivos y docentes que ya están desarrollando sus actividades en las nueve primarias y dos secundarias que funcionan en Misiones”.
En el marco de una capacitación con decenas de educadores en el SUM del Colegio San Basilio Magno, Aquino afirmó: “Las ECE registran un crecimiento exponencial no sólo por el hecho de garantizar que en cada unidad carcelaria esté presente la escuela sino también por el hecho de que en cada escuela aumentó el número de alumnos que asisten regularmente a clases”.
“Y por otro lado -destacó-, el fortalecimiento de los docentes de las escuelas primarias y secundarias que demandan espacios como el que tenemos hoy, donde se tratan problemas específicos de este tipo de educación”.

Apuntan al nivel superior
Consultada sobre qué le falta a la modalidad para seguir creciendo, Escurdia señaló: “Tenemos como objetivo cubrir el 100 por ciento de las instituciones carcelarias con la educación presencial y obviamente ir con ofertas terciarias y universitarias, esa es nuestra meta. En cuatro años se creció muchísimo, así que hay muchas fichas puestas en que el año que viene podamos tener cubierta una importante cantidad de unidades penitenciarias con la educación secundaria”.
Desde una mirada reflexiva, analizó: “Más allá del inconsciente colectivo, en el que se piensa que es un gasto, la educación siempre es una inversión y más en estos lugares. Comprueban las estadísticas que aquellos que pasan por la escuela no vuelven a delinquir. Y que ellos se formen nos beneficia a todos como sociedad. Por eso es un trabajo fuerte el que se hace con el Servicio Penitenciario, porque es una institución dentro de otra”.
Destacó la respuesta favorable por parte de los internos que toman a la escuela como un sitio “donde tienen herramientas y recursos para la reinserción. Y sin hacer demagogia y justificación creo que hay que mirar el todo y el todo dice que la mayoría que no estuvo escolarizado fue quien tomó una mala decisión”.
 

En cifras
 

11

En nueve cárceles que dependen del Servicio Penitenciario Provincial y Nacional hay once escuelas. Nueve son primarias y dos de nivel secundario.

15%

Un 15% de quienes están siendo formados entran en contacto por primera vez con el sistema educativo: eran analfabetos.