Las lluvias de los últimos días impactaron en la producción en Misiones. Las precipitaciones de manera ininterrumpida afectaron el estado de los caminos terrados que se vuelven intransitables e imposibilitan que el colono pueda comercializar su producto. “Los caminos son un desastre, hay mucha queja. Siempre cuando hay lluvia salen a remediar, pero los caminos se hacen cuando el tiempo está lindo, hay que hacer alcantarillas, cunetas, desagües. Si se hiciera eso no tendríamos problemas. Pero comúnmente eso no se hace, queda todo tapado, entonces llueve, desbordan los arroyos y queda todo inundado”, sostuvo Vilmar Müller, presidente de Interferias, entidad que nuclea a las ferias francas de toda la provincia. 
Según el relevamiento del titular de Interferias, son alrededor de 500 los productores damnificados por la situación del pésimo estado de los caminos, y los pueblos más perjudicados son aquellos ubicados sobre la ruta nacional 14. 
“Estamos con unos 500 productores con los problemas de caminos, antes salían dos veces por semana y ahora salen una vez y ven la manera de salir. No sólo para productos de feria franca, sino que se están suspendiendo las entregas a otros mercados dado que, por ejemplo, para trasladar la producción de mandioca se necesita un camión grande y no puede ingresar a la chacra por el problema del camino”, explicó en diálogo con el programa Acá te lo contamos por Radioactiva.
El Secadero Klingbeil ubicado en el municipio de Alberdi es sólo uno de los casos de aislamiento comercial que genera la situación devenida tras cada lluviarada.
“El problema que tenemos es la ruta terrada 210 y si hoy por hoy tengo que sacar una carga, no puedo. Si fuera un camino vecinal es una cosa, pero es una ruta que no se puede transitar y afecta a una empresa que genera fuentes de trabajo. Tenemos un camión con 25 toneladas de yerba canchada que no podemos sacar de acá desde la semana pasada, estamos en la triple frontera municipal, en la esquina de Oberá donde se recuestan Campo Viera y Alberdi”, dijo a El Territorio, Pablo Klingbeil.
Por su parte, el presidente de ferias francas de Posadas, José Villasanti, señaló a El Territorio “con esta cantidad de agua la semana pasada y hoy (por ayer), los caminos terrados en las colonias se vuelven intransitables. El que tiene tractor sale, quizá rompe el pasto, el camino y queda más feo. Hay municipios que colaboran y hay otros que se olvidan del productor y están en una situación complicada con esta lluvia”.
Y agregó: “A los productores se les complica acercarse a las ferias por el desborde de arroyos y el barro. El sábado hubo muchos que no vinieron a Posadas porque no pudieron salir de la chacra. Esa es la vida del colono”.

Situación preocupante
“Realmente es una situación preocupante, estamos hace unos cuantos días pasados por agua, si bien no sólo el tema de los caminos fueron afectados, también las producciones. La mayoría de los feriantes han tomado sus recaudos por suerte; por ejemplo, los que plantan verdura tienen un invernadero para no perder sus verduras”, dijo Müller.
“Lo que se planta dentro del invernadero sí están teniendo. Sin embargo, arrancó la temporada de campo, es decir, de plantar fuera del invernadero las semillas y las copiosas lluvias arruinan la producción. Repollo y lechuga se pudren por exceso de agua, hay quienes se arriesgaron a cultivar afuera y la cantidad de agua caída lavó toda la semilla. Hay gente que va a perder la semilla, semillas de calidad”, sostuvo.
“Hacen falta maquinistas que hagan trabajos para que cuando haya lluviarada, los productores no sufran los problemas que están teniendo ahora”, aseveró.

 

“No puedo sacar la yerba canchada”Pablo Klingbeil, del Secadero Klingbeil ubicado en el municipio de Alberdi, reclamó la falta de trabajo articulado entre los municipios de la Zona Centro para llegar a una solución de fondo. 
“El tema es así: los municipios arreglan por arriba nomás; cuando no llueve no pasa nada, el problema es cuando llueve. Hay parte del camino que lleva a mi secadero que le corresponde a Alberdi y parte que le corresponde a Oberá”, dijo, a lo cual agregó: “Sábado y domingo tampoco pudimos sacar el producto aunque no llovió porque al no estar entoscado el camino, es peligroso, puede haber un accidente y causar daños materiales”.
“Lo único que me queda es resignación, ya no sé más adónde recurrir. Nos pone en una situación en la que hay una demanda terrible de yerba mate, pero el productor lleva al que le queda más cerca, no al que está certificado. Si no vendo la canchada, ¿cómo cumplo con los empleados?”, se quejó.
Secadero Klingbeil, que cuenta con el certificado de Buenas Prácticas de Manufactura (BPM), ya está focalizado en identificar y poner en marcha nuevas herramientas que permitan mejorar aún más la calidad de la yerba mate procesada