Misiones, Wednesday 22 de February de 2017

Si bien desde la Secretaría de Agricultura Familiar manifestaron que no hay datos concretos de cuántos beneficiarios hay en la provincia, explicaron que el mayor interés se genera por la posibilidad de acceder a las semillas

El proyecto se puso en marcha hace unos cinco meses y, a pesar de la gran expectativa de los productores, hay algunos que no lograron concretar la plantación al 100 por ciento y perdurar en el tiempo.
El Territorio visitó el comedor de doña Pila en Candelaria, uno de los primeros lugares beneficiados por el proyecto. Y a pesar de los esfuerzos de Cristina Navarro de mantener la huerta con una amplia gama de productos, no pudo concretar la iniciativa debido a que todavía no cuentan con un sistema de riego que mantenga a las plantas hidratadas.  
En una primera etapa, el programa proyectaba la realización de 500 huertas familiares y 500 comunitarias. 
Al respecto, David Valera, director general de Certificación Participativa de la Secretaría de Agricultura Familiar, sostuvo que “la  intención es promover la producción en vecinos que quieran tener una plantación en el patio de su casa o aquellos que  cuenten con dos, tres o cinco hectáreas de terreno”.  
A su  vez, remarcó que “quienes acceden al beneficio pueden usar la plantación para el autoconsumo o para la comercialización”.
Los kits de semillas generan  un gran interés en los productores que buscan contar con una huerta en sus casas. “Las semillas se cambian por temporadas y estas se dividen en cultivos de primavera-verano y otoño-invierno”, expresó el director. 
Los kits que se entregan a los productores son básicos y cuentan con una pequeña variedad de semillas, sobre todo hortalizas. Además, la Secretaría se encarga de brindar asesoramiento sobre las rotaciones de cultivos y cómo hacer abono.
En la provincia, hay entre 1.100 o 1.200 colonos que están asociados a las ferias francas y se estima que son más de 30 mil los productores en todos sus rubros, según indicaron desde la entidad.
En lo que respecta a la forma de acceder al programa, el director dijo que “los interesados se deben acercar a las oficinas y comentar su situación, con qué herramientas, lugar dispone y cuánto tiempo le dedicaría a la plantación”.  
De esta manera, los técnicos podrán diseñar un modelo adecuado para cada productor y  se podrá elegir el cultivo para cada zona. 

La falta de agua, un problema
La  falta de agua es un problema constante para mantener la huerta del comedor de doña Pila en buenas condiciones. El lugar cuenta con un pozo de agua, pero no tiene la bomba que le permite extraer el  líquido vital. “No podemos regar las plantas como se debería por esa razón y por ahora se irriga la tierra con agua potable, pero esa no es la idea”,  contó Navarro. 
Asimismo, la mujer señaló que desde diferentes entidades se habían comprometido a instalar un equipo extractor, pero esto todavía no se concretó, por lo cual los cultivos se ven afectados. 
Además, comentó que “nadie nos ayuda con las semillas, nosotros tratamos de conseguir donde podemos, a veces la Municipalidad nos brinda algunas”. 
En la actualidad, la huerta ubicada en la parte trasera del comedor cuenta con plantaciones de tomate, rabanito, perejil, zanahoria, achicoria, albahaca, remolacha y cebollita, pero la cosecha no es grande. “Cuando fuimos beneficiados se habían comprometido a capacitarnos para que entre todos podamos mantener viva la huerta, pero después dejamos de tener contacto”, dijo Navarro. 
Debido a que en época de  vacaciones el comedor funciona todos los días, la mujer no cuenta con el tiempo suficiente para mantener limpia la huerta, lo cual también afecta al cultivo. “Nos gustaría plantar repollo, porque es algo que a los chicos les gusta,  pero no podemos”, reconoció. 
El  comedor brinda el almuerzo a 163  chicos y a otros 70 la merienda los lunes, los miércoles y los viernes, que son los días que se dictan las clases de apoyo. “Hay varias plantitas de achicoria, entonces las cosechamos y las vendemos porque a los chicos no les gusta mucho y  con esa plata compramos cosas para la merienda”, esbozó Navarro. 
Desde Agricultura Familiar, subrayaron que se debe esperar programas para acceder a este tipo de insumos. “Algunos productores buscan comercializar los cultivos, pero como les  faltan esas cosas por lo que no consiguen perdurar en el tiempo”, evidenció Valera.