Misiones, Thursday 7 de April de 2016

En economía el subsidio se aplica “temporalmente” para estimular artificialmente el consumo o la producción de un bien o servicio. A través de los años el kirchnerismo ha subsidiado los servicios de electricidad, agua, gas, transporte, combustibles, entre otros. Logrando la perpetuidad de un sistema ficticio en el funcionamiento de la economía.

Mientras todo subía al 25% anual durante la última década, los más de 16 millones de bonaerenses ni se enteraban porque sus facturas de luz venían a $40 bimestrales, mientras el estado “subsidiaba” de forma poco clara a estas empresas prestadoras de servicios.

Esa acumulación de inflación terminó estallando en la cara de Macri cuando tuvo que quitarlos por una cuestión lógica, “no podía seguir sosteniendo un déficit del 7% del PBI y una emisión del 40% anual”, si su objetivo era disminuir la inflación.

La verdad es que estos subsidios (que casi nada recibimos los Misioneros) fuimos pagando a través de 10 años con elevadísima inflación, porque esto lo pagábamos lisa y llanamente con emisión monetaria.

Es decir, lo que el gobierno nos daba en un bolsillo, nos sacaba por el otro con mayores precios de los bienes y servicios sin subsidio.

En conclusión: fuimos adictos a un sistema anormal que faltó únicamente que nos subsidien el celular y la cuota del auto. Es difícil hilar causas y consecuencias cuando nos sitúan en una situación de fantasía total. La verdad es que hoy el desafío es quitarnos esa adicción a un modelo económico que claramente fracasó.

Por Federico Alfredo VillagraEconomista