Nacional, Tuesday 23 de June de 2015

Según varios testimonios, es a la altura del kilómetro 17 de la autopista Rosario-Santa Fe, sobre el puente que se encuentra frente al cementerio de San Lorenzo, el lugar donde suele verse el fanstasma de una mujer

Un grupo de empleados de las cabinas de la autopista Rosario-Santa Fe aseguran estar atemorizados porque en el lugar las puertas que se cierran solas, hay ruidos de cadenas arrastrando y aparece la silueta de una mujer.
 
“Tenemos el pedido de varios empleados que no quieren hacer el turno de la noche porque están cansados o asustados por lo que se escucha, por lo que se ve”, admitió Gabriel Berardo, secretario adjunto del Sindicato de Trabajadores de Concesiones Viales y Afines (SUTRACOVI) en declaraciones a SL24, tras difundirse la historia del fantasma de la autopista.
 
Según varios testimonios, es a la altura del kilómetro 17 de la autopista Rosario-Santa Fe, sobre el puente que se encuentra frente al cementerio de San Lorenzo, el lugar donde suele verse el fantasma de una mujer que deambula por la acera.
 
Y al parecer el problema llegó tan lejos que ni los propios empleados del peaje del acceso a San Lorenzo quieren quedarse allí cuando el sol cae.
 
“Venía de Rosario y estaba por bajar en el acceso centro de San Lorenzo cuando vi a una persona agitando los brazos y saltando, como pidiendo ayuda. Estaba parada en la banquina y señalaba hacia la zanja, donde se veía el reflejo de una luz fuerte. Pensé que había despistado o algo así o que había fuego. Lo pasé bajando la velocidad y decidí parar a los pocos metros, para ver mejor y pedir ayuda. Cuando retrocedí hasta el lugar que estaba, la persona ya no estaba más y la luz había desaparecido”, relató uno de los testigos de los fenómenos paranormales.
 
Los trabajadores, además, hablan de ruidos extraños, como de metales, cadenas arrastradas y hasta gemidos fueron algunos de los identificados por quienes no quieren regresar a su puesto laboral.
 
“Muchas veces las puertas quedan abiertas, para agilizar el movimiento entre las cabinas o por simple descuido. Esas puertas abiertas siempre aparecen cerradas”, indicó uno de los trabajadores, mientras que otro confirmó que “a la noche se escucha de todo y podemos asegurar que no hay nadie”.