Un joven de 19 años y su novia de 14 murieron ahogados ayer a la madrugada, cuando cayeron en el lago artificial del parque fronterizo ubicado entre las localidades de Bernardo de Irigoyen y Dionísio Cerqueira, Brasil. En 2011, cuatro menores habían fallecido en el mismo lugar, cuando la obra todavía estaba en construcción.
El trágico episodio ocurrió poco después de la medianoche de ayer, cuando un grupo de amigos se encontraba jugando al borde del lago ubicado en el centro del Parque Turístico Ambiental de Integración, que marca la frontera entre Argentina y Brasil. 
Las víctimas residían en esta localidad y fueron identificadas como Miguel Alberto Cuye (19) y Tamara De Souza (14), quienes eran pareja.
La Policía tomó conocimiento del caso cerca de las 1, cuando un muchacho que acompañaba a las víctimas solicitó ayuda porque observó a sus compañeros caer al agua y desaparecer de la superficie.
En el lugar intervinieron los uniformados locales, como así también efectivos de Bomberos y una delegación de buzos tácticos de la fuerza brasileña.
Al cabo de pocos minutos, los profesionales acuáticos extrajeron los dos cuerpos del agua, que fueron sometidos los trabajos de reanimación cardiopulmonar, pero no se obtuvieron resultados positivos.
Respecto a las circunstancias del hecho, fuentes consultadas indicaron que las víctimas se encontraban jugando al borde al lago y la humedad del césped les jugó una mala pasada a la pareja.
Aparentemente, en determinado momento, los jóvenes se habrían resbalado y ambos cayeron directamente al agua. Se estima que un golpe pudo haber provocado que ninguno de los dos haya podido escapar a tiempo y por eso se hundieron en el lago, cuya profundidad varía dependiendo de las condiciones climáticas y las precipitaciones en la zona.
Las actuaciones del caso son instruidas en la Comisaría de Bernardo de Irigoyen, con intervención de la Justicia.


El trágico antecedente en el mismo predio
La muerte de Cuye y De Souza no son las únicas que se registraron en el lago del parque temático de Bernardo de Irigoyen. 
Cuatro años atrás, el 11 de enero de 2011, cuando la obra todavía estaba en construcción, cuatro niños de entre 11 y 6 años, también oriundos de Bernardo de Irigoyen, murieron cuando jugaban en un pequeña laguna formada por aguas de lluvia. Según informaron en aquél momento, tenía un profundidad de dos metros. 
En ese caso, los fallecidos fueron identificados como Tatiana Marisela Sosa (9), su hermano Fabián (6), Angélica Gabriela Monzón (7) y su hermana Beatriz (11). 
Según estableció la Policía en ese entonces, el hecho se habría producido cuando los hermanitos Sosa se arrojaron al agua para refrescarse y al no poder salir, intentaron ser auxiliados por sus dos amiguitos, quienes lastimosamente también corrieron la misma suerte y fallecieron ahogados en el lugar. 
Los cuatro niños vivían a sólo 1.500 metros del parque y provenían de familias muy humildes. La situación enlutó a todo la ciudad de Bernardo de Irigoyen.