La comerciante escribió el nombre y apellido de su deudora en una pizarra colocada en el ingreso del almacén.

La clienta en cuestión le adeuda desde hace tres meses y Micaela, la almacenera, se cansó de fiarle.

“Me ha dicho que la esperara porque no tenía plata, voy a la casa y no me atiende, o me atiende su hijo. Yo me puse en su lugar, pero ahora directamente no se acerca”, advirtió.

 “La última vez que hablamos fue por mensaje, hace un mes y medio, y me trató muy mal, siendo que yo no estoy pidiendo algo que no sea mío", contó la dueña del almacén, ubicado en avenida del Trabajador y Merino Villanueva.

La mujer a la que le fio vive a cuatro casas de ella, trabaja como enfermera en un hogar de ancianos, pero la comerciante aseguró que en distintas oportunidades pidió no pagar porque no tenía dinero.

El listado de fiado es largo, tiene milanesas, yogur, galletitas, fiambre y otras cosas más.

“Yo la entendí porque también tengo hijos, pero yo también necesito la plata para vivir. Sé que todos estamos en una situación económica mala, pero yo tengo esto nada más y si lo hago es porque necesito también", señaló la mujer a LMNeuquén.