Misiones, Tuesday 20 de October de 2020

Martin Sebastián Lozina

Nuestra ciudad es joven, con un potencial increíble, y esto nos exige que trabajemos en generar cambios que muchas veces son difíciles pero importantes en pos de un crecimiento sostenible. El objetivo de este artículo es proponer y promover cambios estratégicos que, aunque puedan ser cuestionables, merecen el debate y el aporte de posadeños y posadeñas. 

El crecimiento demográfico y económico del mundo generó, según todos los índices de la UNEP (United Nations Environment Programme), un desgaste al medio ambiente y avances de enfermedades desconocidas y peligrosas. Además, grandes urbes presentan fracturas evidentes en los ámbitos culturales y sociales.   

El aumento de la población no escapa a Posadas. La construcción de una ciudad sin planificación, sin un plan urbanístico serio y tapando baches es lo que identifica a la capital provincial. Esto se suma a las diferencias sociales que se generan en los cordones urbanos de la localidad.      

Según un informe de la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos), si no cambiamos las políticas actuales y no generamos un crecimiento sostenible, se prevé que casi el 70% de la población mundial será urbana para el 2050.

Entre las propuestas, considero que es fundamental comenzar a plantear la real descentralización de la ciudad, no como mera distribución o dispersión de funciones de la autoridad central, sino como una fuerte concepción ideológica que parta de que no todo puede recaer en el “capanga” de turno. Necesitamos concientizar a los empresarios, comerciantes, políticos, profesionales y ciudadanía en general para que sea posible comprender que es indispensable el crecimiento fuerte y organizado de cada cordón urbano de la ciudad. 

Muchos dirán, que no se puede, pero les digo ya que sí. Lo que realmente sucede es que no se quiere porque nuestro país tiene un sentido paternalista en la espera y toma de decisiones. La idea de distribuir el poder asusta a los gobernantes mesiánicos y cuando pensaste que los caudillos desaparecieron, te invito a recorrer Misiones.

La descentralización debilitaría el flujo de personas en un mismo espacio y reduciría el tiempo de espera en largas filas, además de permitir la merma de circulación de automóviles y colectivos en el microcentro de la ciudad. La propuesta más ambiciosa de este artículo es que cada circuito de la ciudad tenga su propio centro, con movimiento comercial, administrativo y político. ¿Cómo se logra esto? Con decisión política y fomento impositivo.

La entrada, circulación y salida de los barrios, centro y lugares de interés deben ser rápidas y organizadas. Avenidas amplias de una sola mano deben preponderar en una ciudad ordenada. Todas las avenidas que no tengan bulevar deben transformase en corredores de circulación única, sin estacionamientos y con demarcación segura de la senda para bicicletas, monopatines, etc.

Las calles internas deben ser los lugares de estacionamiento y donde los transportes de grandes escalas no deben ingresar. Esto permitirá mantener los caminos en buen estado. La circulación constante de automotores, tanto en movimiento como estacionado, generará que las autoridades estén obligadas a la iluminación de los espacios y esto a su vez ayudará a mantener la seguridad de la ciudad.        

La idea de transportes alternativos como monopatines o bicicletas debe imperar y por esta razón el tránsito de la ciudad debe ordenarse y debe proponer mejores opciones para la circulación. Estamos ante un fenómeno mundial de “movilidad” que irá desplazando al coche particular, con una incidencia mayor en las zonas céntricas de las ciudades.  

Las zonas céntricas sin contaminación son un sueño. Un buen plan sería reducir el ingreso y egreso de transportes pesados, permitiendo su circulación solo en casos excepcionales, la presencia de micros de poco porte para circulación limitada a zonas específicas, la posibilidad de estacionar los automóviles en un solo lado de la calle y el incentivo municipal a los estacionamientos privados (que además generan puestos de trabajo no dependientes del estado).

La reconversión del sistema integrado de transporte y el recorrido de sus unidades son de suma importancia. El sector transporte es uno de los mayores contaminantes del aire que, alimentados con combustibles fósiles, son una de las principales fuentes de contaminación del aire. Estudios científicos han identificado que estos contaminantes tienen impactos negativos en casi todos los órganos del cuerpo.

Los colectivos deberían circular únicamente en avenidas de mano única y alrededor de las “cuatro avenidas” que rodean el centro. Una buena opción sería que las paradas se ubiquen cada 8 cuadras en lugares pensados para no molestar el giro de otros móviles.

Los camiones deberían tener limitada la entrada en los diferentes cordones de la ciudad, según su tamaño.  Los de gran porte, de más de 10 toneladas, podrían circular en rutas y parque industrial; los camiones de 4 a 10 toneladas, en avenidas y zonas de circulación rápida y camionetas de menos de 3.5 podrían poder descargar en zonas del microcentro.

Centro y microcentro de Posadas: el primero debe ser de circulación rápida y con reducida posibilidad de estacionar, dejar los automotores fuera del centro puede generar nuevos movimientos comerciales en las zonas alejadas, luminaria que ayuda a reducir el crimen y sobre todo, beneficios en la salud de los futuros peatones.

Lo que se conoce como el microcentro de la ciudad debería transformarse en grandes peatonales y corredores para transportes alternativos, donde el peatón pueda disfrutar tanto de paisaje natural que caracteriza a nuestra ciudad como de la zona comercial.

La rápida urbanización conlleva desafíos sin precedentes. Las administraciones públicas y privadas deben ofrecer nuevos y mejores servicios a la población para que se consiga un equilibrio con el entorno.

El actual modelo de desarrollo, basado casi exclusivamente en el consumo de recursos, se muestra claramente insostenible.  Se estima que se emplee un 80% más de energía en 2050, esto se traduce en un aumento de 3°C y 6 °C.  Surge la necesidad de un nuevo modelo de crecimiento, donde los actores (administraciones públicas, privadas y habitantes) cumplan el objetivo de gestionar de manera equilibrada los recursos.

Gestionar el equilibrio en los recursos se logra descentralizando la administración, la economía y por sobre todo el poder político. Se demostró en nuestra historia que la centralidad no funciona. Si queremos construir una Posadas sostenible en el tiempo, debemos construir nuevas costumbres.