Misiones, Monday 17 de June de 2019

Casi siete meses después, el 2 de abril del corriente año, el Juzgado Federal de Oberá ordenó la detención de Matías M. y Cristian C. en el marco de una causa por presunta infracción a la ley de estupefacientes. 

“… él quiere darnos eso hoy ya ahí, porque donde él tiene, el compinche no quiere guardarle más, viste. Mmm, yo le dije para hacer mañana y me dijo ‘yo te doy hoy y mañana dame las dos cosas, no hay problema’, o sea las dos cajas (…) Y es una mochila, dijo, podés guardar inclusive en el altillo de la Sección, ahí nadie va a tocar y mañana dibujamos el procedimiento, pero no vayas solo”.
Lo transcripto corresponde a una escucha telefónica registrada por la Policía Federal el 16 de septiembre del año pasado. Quienes dialogan son el subalférez Matías M. (23) -en aquel momento jefe de la Sección El Soberbio del Escuadrón 9 Oberá de Gendarmería Nacional- y su subalterno Cristian C. 
Al otro día, el 17 de septiembre, una patrulla de la citada dependencia procedió al secuestro de una mochila conteniendo un total de 4,292 kilos de marihuana. El operativo no arrojó detenidos. 
Casi siete meses después, el 2 de abril del corriente año, el Juzgado Federal de Oberá ordenó la detención de Matías M. y Cristian C. en el marco de una causa por presunta infracción a la ley de estupefacientes. 
El operativo fue realizado por personal de la Policía Federal e incluyó el allanamiento de los domicilios de los implicados, del Escuadrón 9 Oberá y de la Sección El Soberbio, según confirmaron fuentes del caso. 
Los gendarmes están imputados por “almacenamiento de estupefacientes, falsedad ideológica e incumplimiento de los deberes de funcionario público”, por lo que afrontan una pena de hasta 15 años de cárcel.  
En su defensa, los implicados argumentaron que adquirieron la droga para “afianzar vínculos” con un informante y que la superioridad avaló todas sus acciones. 

“Otros delitos”
Según los detenidos, el informante podría aportarles datos sobre una organización de envergadura, por lo que decidieron canjearle droga por cigarrillos para fraguar un operativo. 
De esta manera, comenzaban a ganarse la confianza del sujeto y, a la vez, inflaban las estadísticas de decomiso de la Sección El Soberbio.  
Para la Justicia, en tanto, hasta el momento está probado que realizaron una transacción irregular.
Pero los gendarmes insisten en que nunca tuvieron posesión de la droga ni la almacenaron, al tiempo que el procedimiento habría contado con el consentimiento de la superioridad. 
En ese contexto, el 15 de abril, el subalférez Matías M. realizó una ampliación de declaración indagatoria en la que desestimó el presunto almacenamiento.
“Respecto a los demás delitos, es mi voluntad declarar como arrepentido ante la Fiscalía Federal de Oberá”, subrayó. 

Orden superior 
También indicó que Luciano (en las escuchas nombrado con un alias) era un informante que tenían en la Sección para obtener datos que posteriormente podrían derivar en procedimientos. 
“Normalmente ningún informante da nada gratis, siempre piden algo a cambio y lo que se le daba a cambio será dicho en mi declaración como arrepentido porque se refiere a los otros delitos, y también cómo se consigue lo que se daba a cambio de dicha información”, anticipó. 
En tal sentido, como se desprende de la escucha citada, a cambio de los cuatro kilos de droga, el informante había solicitado dos cajas con gruesas cigarrillos. 
En este punto y a partir de los dichos del subalférez sobre la comisión de “otros delitos”, se presume que se trataría de cigarrillos de contrabando decomisados por GN.  
“Estos procedimientos eran exigidos por la Jefatura del Escuadrón 9 Oberá, constantemente, quienes tenían conocimiento de todo lo que se hablaba y se pactaba con dicho informante”, remarcó. 
En otro tramo indicó que “debido a que era mi primer año, todo lo realizado era consultado, avalado y exigido por el jefe del Escuadrón 9 Oberá de GNA, ya que consideraba que, siendo mi superior inmediato, poseía la trayectoria y experiencia necesaria la cual el suscripto no poseía ya que era mi primer año de oficial”.  

Escucha completa 
Transcurridos más de dos meses de las detenciones, el juez federal subrogante José Luis Casals rechazó el cambio de carátula y la excarcelación de los gendarmes. 
La acusación está fundada en una escucha telefónica del 16 de septiembre de 2018, cuya transcripción se halla en fojas 125/126.
El Territorio accedió en exclusiva a una copia de ella y la transcribió íntegramente: “Hola C., ¿cómo andás? Bien, bien (C.) ¿Dónde andás, en tu casa? Sí. Ahí me escribió C., viste, yo le mandé la conversación, él quiere darnos eso hoy ya ahí, porque donde él tiene el compinche no quiere guardarle más, viste. Mmm. Y le dije para hacer mañana y me dijo ‘yo te doy hoy y mañana dame las dos cosas, no hay problema’, o sea las dos cajas. Yo le dije que yo no estaba, pero que podía mandar una persona de mi confianza a buscar, ahí me dijo ‘bueno, pero que sea de tu confianza’.¿ Vos que decís? No te digo que vayas vos solo, pero con alguien. ¿Y dónde va a meter eso (C.) Y es una mochila, dijo, podés guardar inclusive en el altillo de la Sección, ahí nadie va a tocar y mañana dibujamos el procedimiento, pero no vayas solo. Hay que ver si dejan. ¿En la Sección? Y sí. ¿Quién está de guardia? A. Yo creo que… ¿qué puede pasar? Vos pensás que alguien va a entrar a la Sección, no sé. Por una noche que va a estar eso ahí, si no en algún vehículo de los que están en la Sección. Preguntale a A. qué dice. Pasa que yo no quiero hablar mucho por teléfono, boló. Bueno, ahora lo voy a ver a A. Preguntale y avisame, me dijo C. que le pase tu número así te dicen cómo hacen. Pero si vas a ir, te recomiendo que vayas con el Vento y no vayas solo, viste. Ajá. La mejor forma es que él te deje en un lugar y vos agarrá y buscá y que ni esté él, que no te cruces con él. Pero bueno, hablá con A. y avisame, supuestamente son diez kilos, yo ya pensé cómo dibujar todo el procedimiento y todo mañana, ya sé qué vamos a decir. Bueno, dale ahora te aviso…”.

Pedido de excarcelación denegado
El 9 de mayo, la defensa del subalférez solicitó el cambio de carátula y la excarcelación, lo que fue denegado por el juez Casals, quien mantiene el calificativo considerándolo prima facie como autor del delito de almacenamiento de estupefacientes agravado al haberse cometido por funcionario público encargado de la prevención o persecución de delitos previstos en la ley de estupefacientes, falsedad ideológica e incumplimiento de los deberes de funcionario público. El 3 de junio la defensa apeló la resolución y ahora deberá resolver el Tribunal de Alzada. La estrategia para desacreditar el almacenamiento es que en ningún momento de la escucha se hace referencia a que los implicados tuvieron la droga en su poder