Misiones, Saturday 18 de May de 2019

Don Felipe Rodríguez (78), alias Joya, era un vecino conocido y apreciado de la localidad de Campo Viera, donde era habitual verlo en bicicleta haciendo las compras. 

Por ello, las circunstancias de su deceso generaron una enorme conmoción y repudio comunitario. 
El jueves por la tarde, alrededor de las 16.30, el cuerpo sin vida del septuagenario fue hallado en avanzado estado de descomposición tendido boca arriba en la cama de la humilde vivienda que habitaba en una chacra del lote 194 de la ruta provincial 6, propiedad de Oscar Krakowski.
Fuentes del caso precisaron que el cadáver estaba envuelto con una frazada atada con una soga, al tiempo que presentaba una evidente lesión en el cuello. 
Al respecto, en la víspera, El Territorio confirmó que la autopsia practicada en la morgue judicial de Posadas estableció que Rodríguez fue degollado con un arma blanca, lo que indica que fue víctima de un homicidio.
La herida fue tan profunda que ocasionó “una decapitación incompleta”, tal como graficó una alta fuente de la investigación. 
El hallazgo se produjo luego de que personal de la comisaría de Campo Viera fuera alertada por un vecino de la zona que pasó por el lugar y sintió olores nauseabundos provenientes de la vivienda del anciano. 
En el interior había gran cantidad de moscas y se estima la data de muerte entre una semana y diez días. 
En tanto, personal de diferentes dependencias de la Unidad Regional II y de la Dirección Homicidios de la Jefatura de Policía llevan adelante las pesquisas para dar con el o los autores del hecho, aunque al cierre de esta edición no se informaron avances al respecto.  

Hipótesis de robo 
La víctima trabajó y se jubiló como peón rural y en la chacra donde residía estaba al cuidado de las instalaciones de un secadero abandonado, puesto que gozaba de la máxima confianza del propietario. 
A pesar de su avanzada edad, era una persona muy activa y de buena salud, según comentaron conocidos de Campo Viera. 
Rodríguez no se había casado ni tenía hijos. Su familiar más directo sería un sobrino que con domicilio en el barrio Oeste de la citada localidad. 
Su vitalidad quedó plasmada en que casi a diario recorría en bicicleta los cuatro kilómetros que hay desde la propiedad donde residía hasta el pueblo para hacer las compras o pasear para distraerse. 
El hombre era robusto y siempre fue conocido por su gran fuerza física, por lo que no se descarta que se haya resistido a un robo, ya que el homicidio se registró a los pocos días de haber percibido su jubilación y entre sus pertenencias no se halló dinero. 
Por ello, los investigadores sospechan que el o los autores del hecho puedan ser personas de la zona o hasta conocidos del septuagenario. En tal sentido, en la víspera, los pesquisas tomaron declaración a varios vecinos que podrían haber visto movimientos extraños en los últimos días. 
Sobre la data de muerte, precisaron que las bajas temperaturas de principio de semana pudieron haber retrasado el proceso de descomposición del cuerpo, al igual que la frazada en la que estaba envuelto. 
En tal sentido, indicaron que “del cuello para abajo el cuerpo estaba más conservado porque estuvo envuelto, no así la cabeza, de la que quedó sólo el cráneo porque las partes blandas fueron comidas por gatos o roedores”.