Misiones, Friday 17 de May de 2019

Corina Dousset Urquiza, directora de la Dirección de Prevención de Adicciones del municipio posadeño, quien explicó que desde el ente trabajan en dos líneas acción

Tras conocerse la noticia sobre un grupo de adolescentes de segundo año del colegio Roque González de Posadas consumieron sustancias psicoactivas dentro del establecimiento, se generó conmoción y un posterior debate en torno a esta problemática que va ganando cada vez más espacio dentro de la comunidad.
Según trascendió en un principio del relato de una madre del grupo de alumnos en cuestión, los jóvenes habían consumido cocaína y éxtasis; la primera a través de la inhalación y en el segundo caso se dijo que colocaron las pastillas en una botella de gaseosa que luego convidaron a sus compañeros. Sin embargo, otros padres refutaron esa versión y afirmaron que la sustancia consumida fue Rivotril, farmacológicamente conocida como clonazepam. También sostuvieron que el chico que llevó la droga pidió disculpas a sus compañeros, aunque expresó que no se siente querido dentro del curso y esto lo habría llevado a cometer la infracción.
Por eso la situación se posicionó en el centro de las críticas y el debate, no sólo dentro del ámbito educativo sino de la sociedad misma, ya que no es la primera vez que ocurre un hecho de esta envergadura en un establecimiento escolar que preocupa a todos por igual. 
Dentro de este marco, El Territorio consultó con la especialista en el tema Corina Dousset Urquiza, directora de la Dirección de Prevención de Adicciones del municipio posadeño, quien explicó que desde el ente trabajan en dos líneas acción. 
Una es la prevención específica, que tiene que ver con las acciones que se realizan centrándose directamente en el tema de las conductas adictivas y se brindan charlas informativas -según expresó la profesional, la mayor demanda se da en los colegios-; y otra inespecífica, que está abocada a armar actividades recreativas en los barrios y se acompaña con controles médicos y tareas de concientización. 
Además, Urquiza detalló que hoy por hoy la edad de inicio del consumo de sustancias tóxicas ocurre a partir de los 10 años, y que en la mayoría de los casos se inician con alcohol y tabaco y luego pasan a los estupefacientes. 
En este sentido, destacó: “Es la primera vez en la historia de la humanidad que los hijos saben más que los padres, que experimentan estas cosas cada vez más temprano y que tienen acceso a la información ilimitada”. Por eso remarcó la necesidad de “ser creativos y llegar a los colegios con otro discurso, no hablar de sustancias necesariamente, porque los chicos saben más que los adultos”.
Y añadió: “Nos faltan espacios de escucha para acompañar y comprender, no para sermonear, sino para que los chicos sepan que son mirados amorosamente”.
Finalmente, la funcionaria afirmo que “no hay escuela de Posadas que se salve” y “debemos asumir el compromiso desde el rol que nos toque, ya sea como docentes, padres o funcionarios, porque el adolescente en su síndrome de invencible cree que nunca le va a pasar nada, pero para eso estamos los grandes, para acompañar”.
Por su parte, el subsecretario de Prevención de Adicciones y Control de Drogas, Carlos Báez, hizo referencia en diálogo con el programa Acá te lo contamos por Radioactiva. En la misma línea que Urquiza, comentó que “los pedidos de ayuda vienen por parte de los docentes que ven que sus alumnos tienen algún síntoma, están muy preocupados por esta situación y estamos trabajando en conjunto para brindarle el marco teórico de la sustancia y sobre todo para que puedan dar intervención en estos casos”.
Asimismo, añadió que reciben constantemente pedidos desde toda la provincia, “en algunos casos con hechos puntuales y en otros solamente porque ellos están percibiendo una situación en su colegio y nos llaman para que les demos herramientas”.
La red de contención cuenta no solamente con profesionales como psicopedagogos o trabajadores sociales, sino que muchas veces se suman a la charla adictos en recuperación para brindar su testimonio. 
“La mayoría de los chicos que tienen consumo problemático, desconocen lo que producen las sustancias, de hecho consideran que la marihuana es inocua. El trabajo es hablar con los adolescentes y mostrarle todas las consecuencias para su organismo y el entorno”.
En cuanto al caso puntual del hecho ocurrido en el colegio Roque González, expresó: “Habría que constatar qué es lo que realmente consumieron, pero las consecuencias van desde solamente un malestar o pérdida de su conciencia hasta los casos de sobredosis. No dimensionan todo el riesgo que tienen al consumir una sustancia, sobre todo si no conocen qué es”.
El funcionario sostuvo finalmente que “es un problema de todos, y todos tenemos que intervenir cada vez que una de estas cosas sale a la luz, es la punta del iceberg de la situación en la que estamos”.
 

En cifras
 

146%

En siete años (entre 2010 y 2017) el consumo de alguna droga ilícita en niños y adolescentes aumentó un 146%.

20.658

El relevamiento incluyó a 20.658 personas de entre 12 y 65 años. Más de la mitad de los niños manifestó que les sería fácil conseguir marihuana en 24 horas