Nacional, Friday 17 de May de 2019

La justicia del país europeo no enviará el dinero del empresario santacruceño mientras no haya "una sentencia firme" en la causa denominada "ruta del dinero K".

 

La Oficina Federal de Justicia (FOJ) de Suiza desestimó un pedido de la Justicia argentina para repatriar fondos por U$S 850.000 que el empresario santacruceño Lázaro Báez, detenido desde 2016 por lavado de activos y asociación ilícita, tiene depositados en el Banco Lombard Ordier de ese país europeo.

Según confirmaron fuentes judiciales a Télam, la autoridad judicial helvética no enviará esos fondos a Argentina mientras no haya "una sentencia firme" contra el titular de Austral Construcciones en la causa denominada "ruta del dinero K".

El dinero depositado en este banco de la ciudad de Ginebra está a nombre de la firma Tyndall Limited Inc, cuyos beneficiarios finales son los hijos de Báez.

El pedido fue formulado por el Tribunal Oral Federal (TOF) 4, que tiene a su cargo el juicio oral y público que se seguirá contra el contratista vinculado a la familia Kirchner.

El exhorto se envió a principios de abril y para repatriar este dinero, Suiza sostiene que deben existir "un fallo final", en base al Tratado de Asistencia Judicial Mutua en Materia Penal y el Acta Federal de Asistencia Internacional Mutua en Asuntos Criminales, de acuerdo a lo informado desde el TOF 4.

"Esa sentencia definitiva debe explicar el vínculo entre los fondos actualmente bloqueados en Suiza y las actividades ilegales de las personas afectadas", sostiene el escrito de la respuesta enviada desde la Confederación Helvética.

De todos modos, el TOF 4 le pedirá a las autoridades suizas que los fondos permanezcan bloqueados en ese país, a la espera de que se produzca una sentencia para que la familia de Báez no pueda tomar posesión de ese dinero.

El proceso oral y público por la "ruta del dinero K" estaría concluido para fin de año, fecha en que vence la prórroga de las prisiones preventivas de Báez, su contador Daniel Pérez Gadin y de su abogado Jorge Chueco.