Internacional, Wednesday 3 de April de 2019

El nuevo propietario ha instalado dinosaurios, objetos de la serie de dibujos animados y letras gigantes que componen el mítico "Yabba-dabba-doo"

Pedro y Wilma Picapiedra no desentonarían paseando por una casa construida en 1976 a las afueras de San Francisco. Incluso saludarían a los miles de personas que, cada día, ven esta mansión desde la autopista I-280 y que se ha convertido en un emblema de la zona. Sin embargo, los vecinos de los actuales propietarios no piensan de la misma manera.

La ubicación exacta de la conocida como casa de los Picapiedra es la ciudad de Hillsborough, un enclave en California que se ha caracterizado por sus mansiones modernas inspiradas en los años 50. Ahora, los dueños del resto de casas han denunciado a Florence Fang, quien compró la construcción inspirada en los Picapiedra en 2017, por convertirse en una “molestia pública”.

Desde que compró la propiedad, Fang ha colocado dinosaurios gigantes y diversas figuras de los Picapiedra por toda la casa. También instaló un porche y un letrero en el jardín con el famoso grito de guerra de Pedro Picapiedra: "Yabba-dabba-doo". Pero todo lo ha hecho, aparentemente, sin pedir permiso y por ahí han llegado los problemas.

 

Una demanda colectiva

Los propietarios del resto de viviendas denunciaron las mejoras que había llevado a cabo el nuevo propietario por hacerlas sin los permisos necesarios. Según el Daily Journal, Fang ya pagó una multa de 200 dólares (unos 180 euros), pero no ha querido desmontar ni los dinosaurios, ni el cartel ni el resto de objetos que ha colocado por la casa.

Su familia le apoya y su nieto, en declaraciones que recoge The Guardian, asegura que "los dinosaurios son bonitos. Hacen sonreír a todo el mundo y deberían quedarse". Sin embargo, sus vecinos creen que no se puede hacer cambios en la vivienda y después pedir permiso para hacerlos, por lo que piden que retire todos los objetos y después presente una petición a las autoridades para poder instalarlos.