Nacional, Monday 14 de January de 2019

El malviviente fue reconocido por la víctima y por eso la atacó. El atacante fue entregado por su familia.

Una nena de 7 años fue herida a puñaladas por un ladrón que entró a robar a su casa de Florencio Varela. La chiquita, llamada Valentina Morena, lo reconoció porque era un vecino. La madre del atacante lo entregó a la Policía.

Valentina permanecía este lunes internada en estado estable, aunque en observación a raíz de un drenaje en un pulmón lesionado por las cuchilladas.

El hecho sucedió el domingo a las 11.30 en una casa de la calle 1335 a la altura del 1000 de Florencio Varela, a la que entró a robar un hombre a través de una ventana, luego de acceder a un balcón.

Según detallaron las fuentes, esa ventana daba a la habitación de la menor, que al verlo ingresar lo reconoció como un vecino de la zona.

Al verse descubierto, el delincuente le aplicó a Valentina alrededor de 11 puntazos con un cuchillo en en el pecho y en los brazos, tras lo cual huyó.

La niña herida fue trasladada primero por sus padres a un centro de salud que está frente a la casa, desde donde fue derivada al Hospital Mi Pueblo.

Allí fue operada y quedó internada en estado reservado, según el primer parte médico. Para las 11 de la mañana de este lunes se espera un nuevo informe clínico.

Agentes de la Departamental y DDI de Quilmes identificaron como sospechoso del ataque al ayudante de albañil Iván Fernando Cáceres, quien vive a una cuadra de donde ocurrió el ataque y tras su detención quedó a disposición de la Unidad Funcional de Instrucción descentralizada de ese distrito, acusado de tentativa de homicidio.

Este domingo por la noche, Valentina fue derivada desde el hospital Mi Pueblo a la Clínica del Niño de Quilmes, donde ingresó "consciente, puede hablar, pero no puede ingerir alimentos sólidos debido a un drenaje pleural en el pulmón la cual mantiene la sangre fuera del órgano", dijeron las fuentes médicas consultadas.

Su madre, Flavia, contó esta mañana: "Estábamos durmiendo, escuché un grito espantoso de mi hija y cuando la fuimos a ver estaba bañada en sangre", relató angustiada.

"Fue un solo grito el de mi hija y no me lo puedo sacar de la cabeza. Si ella no gritaba la encontraba muerta en su cama", se lamentó.

Vecinos del barrio reconocieron al acusado, marcaron que no es la primera vez que se mete en problemas. La madre de Valentina contó que pudo verlo unos segundos mientras se lo llevaban en el patrullero.

"Le pregunté por qué le hizo eso a mi hija y me sonrió", dijo, angustiada.