Nacional, Sunday 21 de October de 2018

"¿Sabes los quilombos que tengo?", había dicho el actor un par de noches atrás cuando, con cara de pocos amigos, fue abordado por la prensa. Al parecer, es Laura quien le devuelve la sonrisa

Laurita Fernández ya tiene un asterisco en el extenso listado de relaciones amorosas de Nicolás Cabré. Porque nunca había sucedido que el actor confirmara un noviazgo de manera tan contundente como repentina. Y sobran los ejemplos que remarcan esta excepción. Desde Soledad Fandiño, que en cada gala del Bailando 2018 le recuerda a Laurita que estuvo con Cabré ("¿No sabes quién soy? Pregúntale a tu novio, que me conoce muy bien…"), hasta las dos María Eugenia: con una Nico llegó a casarse (Tobal), con la otra (la China Suárez) tuvo a su hija, Rufina (cinco años).

Esta circunstancia, más el hecho de ser protagonistas de dos programas de un mismo canal (él, figura de Mi hermano es un clon; ella, jurado de ShowMatch) hicieron que en estos días varios duraran sobre la veracidad de este noviazgo que nació luego de que los dos fueran compañeros en el musical Sugar. "Es prensa", llegó a escucharse en varios programas televisivos.

¡Y eso que sobran los eventos a los que Nicolás y Laurita asistieron juntos! Este jueves, por caso, estuvieron en la inauguración de un bar ubicado en el microcentro porteño. Visiblemente fastidiado ("Ya me había desacostumbrado a todo esto", admitió), el actor conversó a cuentagotas con la prensa: le quitó importancia al rumor de embarazo de su novia y también a los dichos de Fandiño. Remató con una confesión: "¿Sabes los quilombos que tengo yo como para estar mirando (la tele)?".

En este contexto, hace una horas apareció en las redes sociales primera imagen de Cabré y Laurita juntos, fuera de cualquier evento o compromiso comercial. Se publicó desde una cuenta apócrifa del actor en Instagram (en vísperas del estreno de Mi hermano es un clon el propio Nicolás le aclaró a su compañera Gimena Accardi que no usa redes sociales), que tiene casi 150 mil seguidores.

En la imagen en blanco y negro se los ve sentados a una mesa, sonrientes, con él pasando su brazo izquierdo por encima del hombro de ella para que las manos se encuentren al final de recorrido, entrelazando sus dedos. Y a juzgar por la vestimenta y hasta los aros de ella (¡esto parece una investigación policial!), la foto sería de este mismo jueves, cuando fueron al bar.

Nada de pose ante los fotógrafos. Ni voces ajenas. Bien lejos de las aclaraciones de rigor. Y al margen de los fastidios con los noteros. Al fin, es la prueba de que Nicolas y Laura están juntos. Porque es una verdad de Perogrullo: una imagen vale más que mil palabras.