Internacional, Thursday 16 de August de 2018

La diva del pop, que llega a las seis décadas de una vida fascinante, tuvo dos niños con dos de sus parejas. Además adoptó a otros cuatro chicos que nacieron en Malawi, uno de los países africanos con mayor tasa de mortalidad infantil

Jugando al fútbol, preparándose para un baño, tocando el piano, andando en bicicleta. Los retratos de Madonna con sus seis hijos se multiplican en la actualidad en su cuenta de Instagram.

Pero la vida de cada uno de ellos, más allá de este presente armonioso y de verdadera familia ensamblada, no siempre fue alegre y para ellos ser hijos de una de las máximas estrellas del mundo no resultó nada fácil.

La primera de las herederas de Madonna es Lourdes Maria Ciccone León, más conocida como Lola. La niña nació en octubre de 1996, fruto de la relación de la cantante con el bailarín y preparador físico cubano Carlos León.

Con 21 años, la mayor de los hijos de la cantante llevó una vida "rodante" entre escenarios del mundo, giras y viajes junto a su madre. Sin embargo, prefiere vivir alejada del glamour y estudia en la Universidad de Michigan.

En los últimos años, se convirtió en una suerte de ícono millennial y hasta la diseñadora Stella McCartney la eligió como una de las caras de su marca.

"Súper contenta de tener a Lola en el equipo de POP! Lola, a quien conozco de toda la vida, está en los inicios de su carrera como artista. Ella es independiente, inspiradora y un espíritu libre y joven. A pesar de haber nacido bajo los focos, siempre ha mantenido los pies en la tierra! X Stella", escribió la diseñadora.

Cuatro años después de la llegada de Lola, Madonna dio a luz a Rocco Ritchie, en agosto de 2000. El padre del niño, el cineasta británico Guy Ritchie, quería que el bebé naciera en su tierra natal. Pero finalmente, Rocco llegó al mundo en Los Angeles, Estados Unidos.

Ya desde sus primeros días lo rodearon las polémicas: Madonna dijo poco antes del parto que los hospitales británicos eran "viejos y victorianos", según publicó la revista Rolling Stone, lo que provocó controversias en aquel entonces.

Cuando la pareja se separó, en 2008, comenzó una batalla legal entre ambos, que involucró al pequeño. Tiempo después, en 2014, durante una gira de la cantante por el Reino Unido, Rocco, ya adolescente, le pidió a su madre que quería quedarse a vivir con el cineasta en Londres.

Luego de distintas disputas legales, Madonna y Ritchie llegaron a un acuerdo y en la actualidad Rocco pasa la mayor parte de su tiempo en tierras británicas pero también ve a su madre con regularidad.

Es que, luego de involucrarse en una iniciativa solidaria llamada Raising Malawi, decidió donar los fondos para la construcción de un orfanato en ese país, uno de los más pobre del continente africano y con las tasas más altas de mortalidad infantil.

Allí también decidió presentar la documentación para adoptar a un niño, David Banda, más tarde llamado David Banda Mwale Ciccone Ritchie.

Esa decisión también implicó una polémica, porque las leyes de ese país no permiten la adopción directa de niños por parte de extranjeros, a menos que las personas se queden a vivir allí por lo menos un año.

Madonna se defendió de las acusaciones en distintas entrevistas y contó las dificultades que tuvo David desde sus primeros años de vida.

Dijo que cuando lo conoció padecía neumonía y había logrado sobrevivir en un ámbito donde otros niños tenían malaria y tuberculosis. La adopción se oficializó finalmente en mayo de 2008.

En los últimos meses una noticia sorprendió al mundo: con apenas 11 años David Banda fue fichado por el equipo de fútbol portugués Benfica, lo que hizo que Madonna, junto al resto de sus hijos, se mudara a la capital portuguesa acompañando al talentoso futbolista.

Poco tiempo después de la adopción de David, Madonna inició los trámites para adoptar a otra niña de Malawi, llamada Mercy James.

Nuevamente, luego de distintas dificultades burocráticas, lo logró en junio de 2009, después de que el trámite fuera aprobado por el Tribunal Supremo de ese país.

En 2017, la cantante volvió a sorprender a todos. Con 58 años, pidió la tenencia de las gemelas Stella y Estere, también nacidas en ese país africano. Y lo consiguió.

"Puedo confirmar oficialmente que terminé con el proceso de adopción de las hermanas gemelas de Malawi y estoy muy contenta. Ahora son parte de nuestra familia", aseguró en su cuenta de Instagram.

"Estoy profundamente agradecida a todos los que ayudaron a hacer esto posible y pido a la prensa que respeten nuestra privacidad durante este tiempo de transición. Gracias también a mi familia y amigos por todo su apoyo y amor", escribió junto a una foto de ella con las pequeñas hermanas.

En la actualidad, la estrella instalada prácticamente en Lisboa, vive rodeada de sus herederos. Y, pese a las dificultades de otros tiempos, se los puede ver felices.