Nacional, Monday 25 de June de 2018

De la mano de César Menotti y en un país golpeado por la dictadura, Argentina levantaba por primera vez la Copa del Mundo.

El 25 de junio de 1978 el Seleccionado argentino ganó en nuestro país su primer título en el Mundial de la mano del entrenador César Luis Menotti, un hombre que supo cambiar la mentalidad del fútbol local, y con un grupo de jugadores que lograron abstraerse de la pesadilla que representó el golpe militar iniciado en 1976.

El fútbol argentino, desde la época amateur, cuando fue subcampeón en los Juegos Olímpicos de Amsterdam y en el Mundial de 1930, sumó una serie de fracasos y desaciertos entre los que se pueden sumar el denominado "desastre de Suecia" en 1958 y la no participación en 1950, 1954 y 1970.

A ello había que sumarles las pálidas actuaciones en Chile 1962, Inglaterra 1966, cuando se nos llamó "campeones morales", y en Alemania 1974.

Hasta que llegó a la conducción técnica del seleccionado, en 1975, César Luis Menotti, que como jugador había pasado por Rosario Central, Racing, Boca y como director técnico venía de consagrarse campeón en Huracán.

Menotti llegó a la conducción del seleccionado a través de David Bracutto, dirigente de Huracán, y presidente de AFA, que cultivó la amistad de Lorenzo Miguel, histórico dirigente peronista de la Unión Obrera Metalurgica (UOM).

Afiche argentina 78

Argentina había ganado la candidatura para organizar la Copa del Mundo en 1978, mientras se dudaba sobre la posibilidad de su realización en el país por la cantidad de obras que se necesitaban.

Durante el gobierno del presidente Héctor Cámpora, y posteriormente el del general Juan Domingo Perón, comenzó a trabajar la Comisión Nacional de Apoyo al Mundial, que designó, en medio de una dura lucha de intereses políticos y económicos, a las cuatro subsedes del torneo: Rosario, Córdoba, Rosario y Mendoza.

Con el golpe militar del 24 de marzo de 1976 pareció que todo se derrumbaba, pero Menotti ya había comenzado a trabajar con la observación de jugadores, y la formación de un seleccionado del interior del país.

La AFA había organizado una gira del seleccionado por Europa y el mismo día del golpe militar jugó ante Polonia al que se ganó 2-1, y frente a la Unión Soviética, en Kiev, dos días antes, y se le ganó 2-1.

Al regreso, Menotti presentó la renuncia y el entonces presidente de la AFA, Alfredo Cantilo, elegido en lugar de Bracutto, se la rechazó y le dijo que lo iba a respaldar hasta el Mundial.

El técnico comenzó a demostrar que hubo un antes y un después de su gestión en el seleccionado argentino. Se comenzó a trabajar con seriedad y parte de la filosofía de Menotti fue confirmar con debido tiempo a los jugadores que iban a participar de su ciclo.

Aquellos jugadores citados en 1975 fueron prácticamente los futuros campeones, por cuanto la lista incluía, entre otros, a Diego Maradona, Ubaldo Fillol, Daniel Passarella, Osvaldo Alonso, Leopoldo Luque, Alberto Tarantini, Oscar Ortiz, René Houseman, Américo Gallego, Daniel Valencia, Julio Villa, Rubén Galván, además de Hugo Gatti, Daniel Ludueña y Jorge Carrascosa (el único que luego renunciaría a la convocatoria).

Otro de los méritos de Menotti fue la de mantener a sus jugadores al margen de la pesadilla que se vivía en el país. Hace un tiempo, el técnico declaró: "La gente no sabía lo que pasaba en ese tiempo. Si hubiésemos perdido el Mundial quizás le hubiésemos hecho un gran favor a los militares, porque al ganarlo hubo tal euforia que ellos no podían contener a la gente que salía a las calles a festejar".

En 1977 la AFA organizó una serie de partidos internacionales que se jugaron como preparación en el estadio de La Bombonera y entre esos encuentros, el 27 de febrero de 1977 se le ganó 5-1 a Hungría, y ese día debutó en el seleccionado Maradona, que ingresó en el segundo tiempo por Luque.

Maradona, que ya era figura en Argentinos Juniors, comenzó a trabajar con el grupo de 25 jugadores y en mayo de 1978, un mes antes de la iniciación del Mundial, en la concentración en la quinta de Natalio Salvatori, donde se preparaba el seleccionado, Menotti decidió dejarlo afuera de la convocatoria junto a Víctor Bottaniz y Rubén Bravo.

Hace poco, en un reportaje, Menotti declaró: "Es probable que me haya equivocado en dejar a Diego fuera del Mundial del '78. Me dio miedo, qué sé yo; era tan joven, tan chiquito, tenía que elegir entre tipos grandes".

En 1979, un años después, con 18 años, Maradona fue el capitán del seleccionado juvenil campeón del Mundial de 1979 que se jugó en Japón.

Entre tanto, políticamente se debatía el tema sobre las obras de infraestructura que no avanzaban y el alto costo que demandaría el Mundial.

El gobierno militar necesitaba brindar una imagen que permitiera contrarrestar las voces que se alzaban en el mundo por la violación a los derechos humanos. Eso llevó a los militares a impulsar las obras con la creación del Ente Autárquico Mundial Mundial 78 (EAM 78), que también se encargó de la propaganda y el marketing.

Ese organismo, investigado por posibles maniobras fraudulentas estuvo manejado desde las sombras por el almirante Carlos Alberto Lacoste, quien llegó a ser vicepresidente de la FIFA.

El ex ministro de Hacienda Juan Alemán denunció dilapidación de dinero en los gastos y en 1979 fue víctima de un atentado con granadas de mano y disparos de metralleta.

Por otra parte, el gobierno militar también emitió una orden destinada a los periodistas prohibiendo las críticas al seleccionado nacional.

El Mundial

Desde que asumió en 1974 como entrenador de la Selección, César Luis Menotti siempre pregonó el fútbol asociado, de pelota al piso y la constante búsqueda del arco rival. En 1978, con estas premisas como bandera, Argentina se hizo fuerte de local y consiguió su primer Mundial. ?El Matador' Mario Kempes se convirtió en leyenda a partir de sus goles, Daniel Passarella en ?El Gran Capitán' y, con sus espectaculares atajadas, Ubaldo Fillol en uno de los mejores arqueros de la historia de nuestro fútbol.

El camino de la consagración se inició ante Hungría. En aquel partido, disputado el 2 de junio en el estadio Monumental, Argentina comenzó perdiendo pero logró darlo vuelta con tantos de Leopoldo Luque y Daniel Bertoni. Luego se aseguró el pase a la próxima ronda tras derrotar 2-1 a Francia (Passarella y Luque); y perdió 1-0 ante Italia, por lo cual se tuvo que trasladar a Rosario para jugar la siguiente fase. Las rondas semifinales quedaron conformadas por Argentina, Polonia, Brasil y Perú, por un lado; y Holanda, Alemania, Italia y Austria, por el otro. En el primer encuentro, el conjunto nacional venció 2-0 a Polonia. En aquel partido, Kempes se lució anotando dos tantos.

Tras igualar 0-0 ante Brasil, Argentina estaba obligada a superar a Perú por lo menos por cuatro tantos de diferencia. Aquella jornada, en el estadio Gigante de Arroyito, el conjunto de César Luis Menotti mostró su mejor versión: fue un equipo arrollador, ganó 6-0 y se clasificó a la final, donde esperaba Holanda, subcampeona del certamen cuatro años antes.

El domingo 25 de junio, el mundo se paralizó para seguir las alternativas del partido disputado en el estadio Monumental. A los 38 minutos del primer tiempo, Kempes desató la euforia de los hinchas argentinos tras marcar el primer tanto. A poco del final, Dick Nanninga igualó el encuentro, por lo que se tuvieron que jugar 30 minutos adicionales. Allí, el conjunto nacional pasó al frente con otro tanto de Kempes, quien finalizó como goleador del certamen. A poco del cierre, Bertoni convirtió el 3-1 final.

Fue un cabal triunfo, pero los integrantes del seleccionado, de manera injusta, debieron cargar con la sombra de haberse consagrado en medio de la propaganda militar.

Recién en los últimos tiempos los integrantes de ese equipo campeón pudieron recibir el merecido reconocimiento de la AFA y del público.