Un villancico de Chile. Esa fue la primera canción que el papa Francisco escuchó en su viaje por el país vecino, entonada por un niña de 10 años en la losa del aeropuerto de Pudahuel, minutos después de que pisara el territorio austral.

Con satisfacción, y acompañado por la presidenta Michelle Bachelet, el papa Francisco presenció el acto que no tomó más de un minuto.

La encargada de cantar este villancico, y que posteriormente fue bendecida por el sumo pontífice, se llama Constanza Wilson y es solista del coro de niños "Crecer Cantando" del Teatro Municipal de Santiago.

Según cuenta la mamá de la niña, Jessica Ossandón, la comisión papal hace semanas se había acercado a ella para ver la posibilidad que cantara en la recepción al Papa, pero sólo el 23 de diciembre se lo confirmaron.

"La invitaron a cantar al Palacio de La Moneda para la bendición del pesebre y misa ecuménico. ese día se gestó la invitación para que le cantara al Papa", cuenta la madre.

Constanza es parte del coro infantil del Teatro Municipal desde hace dos años, cuando su profesora de música en el Colegio Santo Tomás de Ñuñoa la animó a audicionar. Ha participado en cuatro operas y se prepara para una quinta.

Según agregó la madre de la menor, además de las bendiciones, el papa Francisco le regaló un rosario. "Cuando ella sea grande entenderá el peso histórico de lo que vivió", dijo la madre orgullosa.