El arquitecto Melgarejo dijo a PRIMERA EDICIÓN que “llegar a esto significó distintos procesos ya que desde 2009 se viene trabajando junto a la Facultad de Arquitectura de la Universidad Católica de Santa Fe y a la UNaM. Agradecemos al Concejo Deliberante por la aprobación de patrimonio a través de la directora de Cultura, Agustina Prates, y al municipio porque hay lugares que no les otorgan la dimensión que tienen y en Apóstoles lo aprobó en el mismo día”.
“La importancia de la obra que tiene Apóstoles con su hostería hizo que se tenga una cátedra dentro de la carrera de Arquitectura”, confió, y agregó que la edificación -premio obtenido por el equipo de Mario Soto y Raúl Rivarola- “está muy bien conservada con su hormigón y sus maderas. Pero el objetivo al ponerla en valor es volver a construir la pérgola original, por ejemplo”.
Según Melgarejo, “hay que ver algunas modificaciones, nos habían comentado sobre los sanitarios de las habitaciones, hay que hacer un relevamiento profundo del edificio”. De todos modos, “el primer paso es poner en valor la hostería consiguiendo recursos mediante un convenio entre la Universidad y el municipio, e intervenir el Colegio de Arquitectos con el asesoramiento. Existen posibilidades que puedan llegar fondos con sponsoreo y otra alternativa es lo que pueda gestionar la comuna con la provincia al tener una obra de este tipo”.
Los usos originales de los núcleos funcionales se mantienen en gran medida, dormitorios, zona de estar-comedor-cocina y sector de servicios. El sector de la piscina también conserva sus características de uso originales.
En relación con las hosterías levantadas en la misma época en las localidades de Montecarlo y San Javier, la de Apóstoles es la que mejor conserva las características edilicias originales, especialmente en lo que se refiere a mampostería, estructura de madera, cubiertas y espacios interiores.
Modificaciones
En 1993 el Sindicato de Luz y Fuerza de Misiones tomó posesión del inmueble que anteriormente pertenecía al Automóvil Club Argentino (ACA). El edifico estuvo muchos años en desuso y abandono, y en mal estado de conservación.
Esto implicó un importante trabajo de restauración y puesta en valor para volver a utilizar la hostería. Ahora las condiciones de conservación son aceptables, inclusive en muchos aspectos mejor que la hostería de Montecarlo-Caraguatay (de los mismo autores y que responde a la misma tipología arquitectónica) que también sigue en pie.
En Apóstoles se mantienen los tonos originales de los bloques de dormitorios (blanco en los muros y color hormigón en los encadenados), gran parte de las carpinterías originales y el concepto del sobretecho o “techo sombra” en las habitaciones. Las estructuras de madera que componen las galerías, balcones y escaleras se mantienen en buen estado.
El gran espacio del estar-comedor-cocina que se ubica frente al sector de dormitorios se mantiene en estado aceptable, manteniendo la estructura y las carpinterías de madera en buena forma.
En cuanto a las modificaciones o a la pérdida de componentes originales, la pérgola central de madera que vinculaba el sector de dormitorios con los sectores de comedor y servicios se perdió en su totalidad.
La cubierta a cuatro aguas del espacio del comedor se amplió en dirección de uno de sus faldones con una cubierta de chapa con estructura metálica, lo que por un lado obstruye la entrada de iluminación y ventilación natural y por otro lado no es acorde al lenguaje arquitectónico original del edificio
FUENTE PRIMERA EDICION
