Misiones, Sunday 26 de February de 2017

Crece la preocupación por la invasión de orugas peluche, que se detectaron en esta localidad y en otras zonas de la provincia.

El gusano no sólo provoca problemas de salud al entrar en contacto con la persona; sino que causa daños en las plantaciones agrícolas. Para determinar los efectos de las toxinas, realizan exámenes sanguíneos a los que tuvieron accidentes con el insecto, también conocido como cachorriño o pollo.  
La investigadora María Martínez expresó a El Territorio que “el pelo de las orugas posee una toxina que produce una erupción y otras complicaciones si entran en contacto con la piel”. La especialista dio una charla a los vecinos de Bonpland con la finalidad de despejar todas las dudas sobre el gusano. 
Remarcó que “las toxinas pueden generar problemas con la coagulación y en los hipertensos es riesgoso porque el veneno genera palpitaciones, ascenso de la tensión arterial, dolores de cabeza y, en algunos casos, fiebre”. 
Con el objetivo de tener mayores precisiones sobre el veneno y qué otros efectos puede causar las toxinas, están realizando análisis de la sangre a quienes fueron afectados por la oruga. “Si sospechan que fueron afectados por alguna oruga deben acercarse a  un centro médico y lo recomendable es juntar los  bichos en un frasco, taparlos y llevarlos a la Municipalidad para que ellos se encarguen de acercarnos  y podamos seguir con los estudios”, señaló Martínez. 
En un relevamiento realizado, los profesionales detectaron que los gusanos están presentes en varias localidades y que dañan a los cultivos. Por esta razón, están trabajando en conjunto la Secretaría de Agricultura familiar, el Instituto Nacional de Medicina Tropical (Inmet), el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (Inta), municipios y empresas   yerbateras, tealeras y de pinos.
En lo que va del año, se observó la presencia de las orugas en las plantaciones de maní y maíz. A su  vez, los técnicos manifestaron que los gusanos son resistentes a los insecticidas comunes y que ya son una plaga. “Proponemos a los vecinos que utilicen un controlador biológico, pero la idea no sólo es trabajar con fumigaciones, sino controlar el adulto”, expresó Martínez. 
Es una oruga que se transforma en una mariposa nocturna durante los meses de noviembre y diciembre. “El trabajo que hacemos se basa en capturar al adulto y con esto se busca disminuir la población de los gusanos que hay en varios municipios”, explicó. 
El intendente de Bonpland, José Bautista Schiro,  indicó que “quienes adviertan la presencia del gusano en sus terrenos no deben tocarlos y el lugar será fumigado”.  
Por otro lado, Bety Rivero, una  vecina del pueblo, manifestó que “es preocupante la situación porque algunos minimizan el efecto que puede causar el bicho”.