Nacional, Sunday 26 de February de 2017

Por el femicidio de la joven, ocurrido en agosto de 2014, quedó imputado Joel “Chavito” Fernández. Otros dos implicados fueron sobreseídos por falta de pruebas. Conformidad de la familia, que aguarda el proceso

 

Un tribunal oral de San Martín resolvió proseguir el juicio contra uno de los tres sospechosos del crimen de Melina Romero, la chica hallada asesinada en 2014 cerca de un arroyo de José León Suárez, y sobreseyó a los otros dos acusados, quienes quedaron desvinculados del caso, informaron fuentes judiciales.

Se trata de Joel Fernández (20), alias “Chavito”, quien será sometido a un juicio en el que se lo imputa por los delitos de “homicidio agravado por alevosía, por haber mediado una cuestión de género, violación seguida de muerte y privación ilegal de la libertad coactiva”, que prevé la pena de prisión perpetua.

Durante una audiencia preliminar, el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 5 de San Martín resolvió además sobreseer a los otros dos imputados en la causa: César Sánchez (46), conocido como “Pai César”, y Elías Fernández (22), alias “Narigón”.

La decisión fue adoptada por la Justicia luego de que la familia de Melina, representada por el abogado Marcelo Biondi, resolviera continuar con la acusación contra Joel Fernández y no acusar a los otros dos.

La semana pasada, la fiscal que instruyó la causa, María Fernanda Billone, había asegurado ante los jueces que no contaba con suficientes pruebas como para impulsar la acusación contra los tres imputados, quienes se encuentran en libertad.

Melina fue vista con vida por última vez el 24 de agosto de 2014, cuando salió del boliche Chankanab, de San Martí­n, adonde había ido a festejar su cumpleaños. Tras la denuncia de la familia de la joven, la Policía inició su búsqueda, hasta que un mes después fue hallada asesinada a orillas del arroyo Morón, a pocos metros del predio de la Ceamse, en José León Suárez.

La autopsia estableció que la joven había muerto por “sofocamiento”, entre 20 y 25 días antes de ser hallado su cadáver, y que sufrió un infarto fulminante por el estrés que estaba padeciendo, pero la mecánica de la muerte aún no está clara debido al avanzado estado de putrefacción en el que se halló el cuerpo.

Según la “testigo clave”, una menor de edad cuya identidad se mantiene en reserva, la joven fue asesinada durante una “fiesta” de sexo, drogas y alcohol en una casa de la localidad bonaerense de Pablo Podestá, a la que también ella concurrió, y luego fue transportada dentro de una bolsa, en un auto, hasta el arroyo donde fue hallada.