Nacional, Friday 30 de January de 2015

Tiene un frondoso prontuario. Está condenado a cadena perpetua y se escapó hace cuatro días de esa cárcel bonaerense. "Está en riesgo toda la sociedad", aseguró la madre de Matías

En momentos en que se jugaba el superclásico el último sábado, dos presos se fugaron del penal de máxima seguridad de Marcos Paz. Uno de ellos, Gabriel "Larry" Figueroa, cumplía una condena de prisión perpetua por el secuestro y asesinato de Matías Berardi, ocurrido en septiembre de 2010.
 
"Larry", de 28 años, y Luciano Javier Campos, de 38, para lograr su libertad habrían forzado una ventana que tenía un vidrio roto, en el salón de usos múltiples (SUM) de la Unidad Residencial II. Desde allí llegaron al patio exterior del módulo, cortaron los cuatro cercos y recorrieron otros 200 metros más hasta lograr salir del penal. Todo esto, sin que ningún agente del Servicio Penitenciario Federal (SPF) se diera cuenta, algo que a la Justicia le llama la atención.
 
Tras ello, los prófugos ingresaron a un country del partido bonaerense de Cañuelas y una vez allí retuvieron a un matrimonio que reside en el barrio privado. Los delincuentes finalmente huyeron llevándose la camioneta de la pareja.
 
Familiares del joven asesinado convocaron a una marcha este viernes a las 19 en el Obelisco para exigir su recaptura inmediata. "Está en riesgo nuestra familia y toda la sociedad", advirtió María Inés, madre de Matías.
 
Nacido en el barrio San Pablo (de El Talar, en el Conurbano), Larry pertenece a una familia con 11 hijos: cuatro de ellos están muertos y dos detenidos. En 2002, asesinó a un nene de 9 años en medio de un asalto, cuando sólo tenía 16 años. Además, en 2009, asesinó a Germán "Pichi" Bustamante (30), integrante de la banda narco "Los Gardelitos".
 
Matías Berardi fue secuestrado en 2010 cuando descendió de una combi, en el cruce de la Panamericana y la Ruta 25. Camino a su casa, los delincuentes lo interceptaron e iniciaron una serie de llamados extorsivos a los padres de la víctima exigiéndoles un rescate de 30.000 pesos. De acuerdo con el expediente, la banda trasladó al chico a un taller ubicado en avenida Sarmiento 407, de Benavídez, partido bonaerense de Tigre, donde el joven estuvo atado y vendado en un baño.
 
Tras pasar 14 horas cautivo, Matías logró escapar y comenzó a pedir ayuda entre los vecinos a quienes les decía que lo tenían secuestrado, pero no logró que nadie lo asistiera ni lo refugiara. Los secuestradores lo recapturaron y lo fusilaron en un basural.