Las versiones de acuerdos entre el kirchnerismo y el PRO de Mauricio Macri para dinamitar las posibilidades de terceros, así como rumores de que el FpV preferiría perder en manos del actual Jefe de Gobierno porteño para que Cristina vuelva en el próximo turno electoral –como Michelle Bachelet en Chile–, no estarían exentas a la realidad de la política salteña.

Urtubey es responsable de una provincia compleja como pocas, sobre todo si se observa el resultado electoral de 2013, donde a nivel local la Izquierda le propició un golpe certero en los comicios provinciales. Gabriela Cerrano, candidata a Senadora en la capital, le sacó casi 5 puntos de diferencia al aspirante justicialista, Gustavo Sáenz, quien apenas llegó a un piso superior al 22 por ciento. En Diputados sucedió algo parecido a lo del Concejo Deliberante capitalino, donde se produjo un precedente histórico cuando el trotskismo se quedó con la mayoría al obtener 9 ediles, exhibiendo las falencias de la conducción oficialista.

Pero en realidad, lo que alerta el futuro del control político de los Urtubey, después de la fallida candidatura a presidente que se autodestruyó casi como el mensaje grabado que recibían los agentes secretos en la vieja versión de la serie Misión Imposible, es el resultado del plebiscito de medio término para Senadores. 29.63 por ciento sacó su candidato, su hermano Rodolfo Urtubey; muy cerca, Juan Carlos Romero (FPS) llegó al 24.57 y, más alejado, Alfredo Olmedo (SST) consiguió el 22.64. Si bien en política las sumas no son exactas, la alianza que compuso el tándem Romero-Olmedo constituirá al Frente Renovador de Massa.

Este primer turno electoral a nivel nacional, que dirimirá el Gobernador salteño, quedó polarizado entre el kirchnerista Juan Manuel Urtubey y el massismo. Quien ganara ayudaría, como en el caso de Urtubey –que se mostro con Scioli y el resto de los Gobernadores el lunes en Mendoza–, a potenciar el armado nacional. Massa, por su parte, se alzaría con el primer turno electoral además de obtener el primer Ejecutivo provincial “renovador”.

La irrupción de un candidato a gobernador del PRO, fuerza de la cual fue integrante y representante Olmedo, hoy en el massismo, encendió algunos interrogantes de si el candidato de Macri había surgido en realidad para disputar el Ejecutivo o para sumar una opción más al electorado que pudiera dividir los espacios de la oposición salteña. No es ninguna sorpresa que el mandatario posee estrechos vínculos con el senador macrista Diego Santilli y el ministro de Gobierno porteño Emilio Monzó.