La Justicia investiga la supuesta violación de una niña de doce años y, sobre todo, las circunstancias en que se produjo el delito. Sin embargo, tiene una hipótesis de trabajo, una línea de investigación que pareciera tan o más macabra que el hecho en sí. Parece ser que la tía de la pequeña la dejó en la vereda de un casino, ubicado en la zona oeste de la ciudad, y esa circunstancia fue aprovechada por un hombre para subirla al coche, raptarla y abusar sexualmente de ella.

Esa fue la versión que se manejó en un principio. Ahora los detectives accedieron a otra teoría. Sospechan que, en realidad, a la mujer se le habría acabado el dinero y decidió retirarse con un amigo, mientras envió a la sobrina con otro hombre, quien la subió a su coche y se alejó de la zona para perpetrar su macabro accionar.

El episodio habría ocurrido en la primera semana de octubre, razón por la que interviene el Juzgado de Instrucción 6 de Posadas, a cargo del magistrado Ricardo Walter Balor.

Al parecer, la denuncia fue radicada por la misma tía, quien auxilió a la nena después del horror que debió atravesar.

Tras las primeras averiguaciones, los investigadores pudieron dar con la identidad del principal sospechoso. Llegaron a él después de contactarse con el amigo, el mismo que se retiró de la casa de apuestas con la denunciante.

Además, el testimonio del policía que prestaba servicio adicional en el acceso al casino, la noche en que habría ocurrido el luctuoso episodio, fue determinante.

Al parecer, al uniformado le habría llamado la atención que la niña subiera sola al vehículo de un hombre mayor, pero no habría reaccionado justamente porque la tía estaba con ella.

Parece que el depravado, de unos 35 años, subió a la menor a su coche y la llevó con rumbo desconocido.

El lugar preciso no se pudo determinar aún, pero el informe médico habría confirmado el acceso carnal. Es más, las conclusiones son determinantes.

Otra arista borrosa del hecho es qué sucedió después del abuso, cómo se enteró la tía de lo sucedido o dónde dejó el degenerado a la víctima.

Todo en el contexto de una investigación que recién comienza y se maneja con mucho hermetismo, por la edad de la víctima y también por los involucrados, sobre los que aún pesa el principio de inocencia.

Se labran actuaciones con intervención del Juzgado de Instrucción 6, concluyó el portavoz consultado por PRIMERA EDICIÓN. 

 

 

 

Pericia de luminol en el coche del sospechoso

 

La Justicia intenta rearmar el rompecabezas y establecer cómo se desencadenaron los hechos. Uno de los objetivos es determinar dónde sucedió la violación. En este sentido, según pudo establecer este diario, la Policía Científica trabajó ayer sobre el coche del único detenido, vinculado con la materialidad del hecho.

Se trata de un Peugeot 406 blanco, que fue secuestrado el viernes pasado en un procedimiento realizado por efectivos de la Dirección Investigaciones y Delitos Complejos.

Lo curioso del caso es que el sospechoso habría declarado no poseer vehículo, en un intento por desligarse de la autoría material.

Sin embargo, los sabuesos lograron dar con él. Aparentemente, estaba guardado en una cochera y en impecable estado, porque había sido lavado por completo con anterioridad.

Según pudo saber PRIMERA EDICIÓN, peritos de la Dirección Criminalística efectuaron un minucioso relevamiento en el interior del rodado en busca de rastros, huellas y sangre. 

En este aspecto, se supo que anoche estaba prevista la realización de la prueba de luminol, un reactivo que se activa ante la presencia de sangre.