Misiones, Sunday 27 de July de 2014

El rojo característico del suelo misionero generó estudios y proyectos para lograr inéditas producciones. Una fábrica de hierro en el Alto Paraná fue tal vez la iniciativa minera más entusiasta concretada en la historia provincial

Quienes visitan Misiones por primera vez se enamoran casi al instante del contraste que genera el rojo intenso del suelo con la vegetación. En algunos lugares turísticos, la tierra roja o colorada como se la nombra por aquí, se vende hasta en frasquitos como recuerdo para los turistas. Otros usos señalados se apuntaron con fines estéticos, como barros terapéuticos para la piel. Pero muchas décadas atrás, ese rojo característico movilizó el interés de  gobernantes, empresarios  y  técnicos especialistas en metales para sacarle el mayor rédito económico a un producto abundante. 
Surgieron así proyectos para tratar de aprovechar la singular tierra para lograr aleaciones como  hierro, aluminio o cobre. Con los proyectos, muchos misioneros soñaron con la multiplicación de empleos en sus pueblos. 
El interés por la minería en Misiones es rescatado en este informe de domingo por el periodista Alberto "Tito" Mónaca, quién recuerda el gran interés de las autoridades provinciales en la década del '50 sobre el "no descuidar" el futuro minero de la tierra colorada. Destaca así que el horizonte prometedor de la minería comenzó a concretarse en acciones en la gobernación de Adolfo Justo Pomar (1956/57). Ya en esa época se comenzó a asociar la potencialidad de generar energía uniendo un recurso natural como el agua, con la generación de metales como el hierro y el aluminio, con el también abundante recurso natural de la tierra roja. El mayor hito de la historia minera vino con la creación y las esperanzas depositadas en la primera planta extractora de hierro a mediados de los '60, un hecho central en este informe.  
La expectativa por los proyectos mineros también fue recordada por el periodista Miguel Ángel Garcete (ver página 9), quién recordó cómo luego de que se estableciera finalmente la fábrica de aluminio en el Sur de Buenos Aires, se enviaron muchos vagones con tierra colorada desde localidades como Apóstoles.  
Por su parte Domingo Sosa, ingeniero agrónomo y especialista en suelos del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (Inta) en Cerro Azul, también destacó el potencial minero de la provincia, pero desestimó la actividad por el movimiento de suelos que generaría, dejando con menos recursos y espacio a la producción agrícola provincial. 
Explicó las características peculiares del suelo misionero y detalló que en los tres millones de hectáreas de la provincia, pueden encontrarse cuatro tipo de suelos. También el ingeniero forestal e investigador histórico Alejandro Larguía recordó los intentos de generar industrias de extracción de metales en Misiones. Y explicó que el mayor provecho del suelo rojo hoy lo tienen los cultivos que requieren varios años de sustento, como las especies forestales y las plantaciones de yerba mate. 
Finalmente, el doctor Rogelio Schaller, director general de Geología y Minería de la provincia, recordó las propiedades de los recursos mineros en Misiones (ver página 10), y en diálogo con El Territorio detalló que aún hay muchos productos de mayor valor agregado que podrían producirse localmente. Así, informó sobre las cualidades de la lana de basalto, las mesadas de basalto negro y los ladrillos ecológicos realizados con la tierra colorada.
Por último, también desde la Dirección  General de Geología y Minería de la provincia se recordó que es factible la obtención de hierro a partir del suelo rojo de nuestra provincia. Y que ello abre el potencial para futuras investigaciones e inversiones de proyectos tecnológicos en la provincia (ver página 12). 
 Estas posibilidades de industrialización hoy están siendo exploradas por varias empresas privadas, resaltando que el valor del suelo sigue siendo un recurso muy vigente y valioso.


La minería, un interés provincial que data de los '50 
POSADAS (Especial, por Alberto Mónaca). El interés respecto a las posibilidades de la explotación minera en Misiones surge a partir del Gobierno de Adolfo Justo Pomar (1956/57), en especial por parte de su ministro de Economía y Obras Públicas, el doctor Julián Francisco Freaza. 
En esa época se dispuso la creación de la Dirección General de Geología y el interés en contratar a un grupo de técnico y científico para la elaboración del Plan de Desarrollo de la provincia de Misiones, como también del relevamiento aerofotogramétrico de todo el territorio misionero, ambas iniciativas las primeras en realizarse en el país.
Justamente durante el gobierno del doctor César Napoleón Ayrault se concretaron  ambas iniciativas y en su mensaje en la Legislatura cuando asumió como el segundo gobernador constitucional, el 1 de mayo de 1960, afirmó que los estudios ya realizados por técnicos especialistas (Borello, Groebers, Catalán) "ponen de manifiesto una posibilidad que de ninguna manera debe descartarse”, la explotación minera ante la existencia de materiales ferruginosos y aluminosos en Misiones.
Justamente, en el tomo I del Pan Económico se destacan “las grandes posibilidades en materia prima del país para obtener hierro y aluminio” de las piedras tacurú que se encuentran -agrega- profusamente distribuidas en Misiones. Precisamente en esa misma época, cuando se realizó el proyecto de la presa hidroeléctrica del Piray Guazú, ya se advertía que toda esa energía iba a servir para la fabricación de aluminio en la tierra colorada con materia prima local.
Sin embargo, la fábrica se levantó en la Patagonia, donde se construyó la presa pero con materia prima importada.
El interés siguió a través de gobernadores constitucionales como Mario Losada, que en 1964 anunció que “la empresa estatal que producirá el arrabio tiene en marcha la construcción de su planta en el Zaimán”, y un año después se constituyó la Ferro Misionera, empresa de economía mixta, habiendo sido designado director-administrador de Minas y Geología Juan Rubén Olmo, por decreto 1722 del 8 de agosto de 1965.
En 1973, al asumir Juan Manuel Irrazábal, también puso énfasis en los recursos mineros de Misiones, en hierro, aluminio y titanio, y aclaró que en hierro “tenemos hasta el momento cubicadas 60.000.000 de toneladas de depósitos ferríferos, disponiendo de las bases mineras y de técnicos necesarias para el desarrollo siderúrgico para que la actividad se incorpore definitivamente en la estructura económica de la provincia.
Respecto al aluminio, anunció “la asistencia técnica de las Naciones Unidas, con el envío de un experto internacional para la determinación del procedimiento más apto para la obtención de alúmina”. 
A su vez, el gobernador interino Luís Ángel Ripoll informó en su mensaje que se convino con la Nación la prospección de yacimientos ferríferos para el estudio de anteproyectos de plantas industriales, y que también con fondos nacionales se construiría una planta para la producción de hierros sintetizados de 200 toneladas diarias.
Dijo que había logrado de la Subsecretaría de Minería de la Nación la provisión de los equipos e instrumentos necesarios para la ampliación de los laboratorios de la Dirección de Minas y Geología, a fin de adecuarlos para la obtención de alúmina, hierro y titanio. 
También Miguel Ángel Alterach, al asumir la Gobernación en el año 1975, dijo que con Obras Sanitarias de la Nación se estaban dando los pasos previos para un convenio que permita el aprovechamiento de las tierras lateríticas para la obtención de sulfato de aluminio, elemento básico para la potabilización del agua, que se importa, pero con miras a abastecer a la planta industrial de aluminio de Puerto Marín, sin olvidar la reactivación de los Altos Hornos del Zaimán.
Los datos de esta nota fueron extraídos del libro “Historia de Misiones”, de la escritora María Paulina Moroz de Rosciszewski, en 1976, con prólogo de don Aníbal Cambas, una obra fundamental para Misiones.


Las minas en Wanda y los escudos de hierro
POSADAS (especial, por Alberto Mónaca). Con la presencia del entonces vicegobernador Atilio César Errecaborde, en 1961 el director de Geología, Rubén Olmo, junto a un grupo de periodistas, informó sobre el hallazgo de la mina de hierro a cielo descubierto más grande de Misiones en Colonia Lanusse
A partir de ese hecho, el gobernador Ayrault decidió construir la Ruta del Hierro, desde ese lugar hasta el río Paraná, en Wanda
Cabe señalar que allá por los años 1897, '98 y '99, cuando el explorador y científico Florencio de Basaldua recorrió todo el espacio que pertenecía a Misiones, tanto con lo que se perdió en 1881 a favor de Corrientes, como en 1895 al Brasil, él ya descubrió que toda la tierra colorada poseía inmensos recursos mineros.
 Justamente en su libro “Pasado, presente y porvenir de Misiones”, editado en 1901, en la página 112 expresa: “Tengo la convicción profunda de que la mineralogía misionera es mucho más rica de lo que se ha creído hasta ahora, y que adquirirá gran desarrollo la metalurgia a medida que aumentando la población y los desmontes, sea posible recorrer su suelo y catear sus minas”.   

Sello misionerista
Durante el gobierno del doctor César Napoleón Ayrault se logró elaborar acero con hierro misionero. Con el fervor misionerista que lo caracterizaba, mandó a elaborar escudos de Misiones que eran aplicados sobre madera también misionera. 
Conforme a la jerarquía de quienes visitaban la provincia, el mandatario obsequiaba ese símbolo de Misiones y con la novedad de que las tarjetas de presentación no estaban confeccionadas con papel o cartulina, sino en láminas de madera terciada también misionera. 
Varios de esos escudos de hierro de Misiones poseía todavía Rubito Olmo en su histórico domicilio de la calle Colón casi Rioja de Posadas, y que después de fallecer, seguramente han quedado en manos de sus familiares.